La solución al problema que enfrenta a percebeiros y mejilloneros no parece sencilla, a pesar de que la Consellería do Mar hizo durante años repetidos llamamientos al diálogo entre las dos partes para tratar de encontrar un punto de entendimiento.

Hace ya una década desde la Xunta promovían reuniones entre bateeiros y cofradías "para tratar de alcanzar los acuerdos necesarios", sobre todo tras registrarse duros enfrentamientos en Aguiño (Ribeira), Baiona y A Guarda.

Ya entonces los productores de mejillón denunciaban que hay algunas zonas ricas en semilla donde los pósitos obstaculizan su labor y son las propias cofradías las que se ocupan de recolectar la cría para venderla, por lo que planteaban la necesidad de un carné o permiso que acredite con claridad al recolector de mejilla autorizado.

La Consellería do Mar advertía de que nadie puede extraer libremente la mejilla para su venta posterior, salvo que lo haga por encargo de un bateeiro y disponga del permiso de explotación marisquera. A lo que añadía la posibilidad y conveniencia de establecer convenios de colaboración entre las agrupaciones de mejilloneros y los pósitos que explotan percebe.

Entidades como la Agrupación Gallega de Mejilloneros (Agame) se posicionaban entonces en contra y reclamaban más control por parte de la Xunta sobre los que venden la cría.