Un vilagarciano, Jorge Bello Agra ha formalizado una denuncia en la comisaría de Vilagarcía como víctima de un puntero láser que emite una luz verde como la que el pasado sábado se empleó para deslumbrar a la tripulación del Pesca I en O Grove.

El hombre de 33 años sufrió "disminución de visión periférica tras recibir impacto con láser" durante cinco días, según refleja el parte del oftalmólogo que le prestó asistencia doce horas después del suceso ocurrido en la calle Xoán XXIII de Vilagarcía de Arousa el pasado 11 de febrero.

Debido a la "gamberrada", Jorge Bello también causó una colisión con su vehículo, un todoterreno, pues el deslumbramiento se produjo justo en la maniobra de salida del aparcamiento.

"Le golpeé la defensa y como perdí la visión de un ojo me limité a dejarle una nota en el parabrisas pero nadie se puso todavía en contacto conmigo", dice.

Bello dio a conocer este episodio ayer tras leer en FARO DE VIGO la noticia sobre el ataque que el sábado han sufrido los pilotos del helicóptero Pesca I que acudieron a una llamada de alerta en O Grove pues un vecino avistó una bengala encendida en el mar.

En la denuncia prestada en la comisaría de policía, Bello expone que a las 23,45 horas del 11 de febrero, cuando realizaba una maniobra de salida del aparcamiento en Xoán XXIII con su vehículo Nissan Patrol "observó a dos chicos que estaban en el balcón de un edificio apuntando con un puntero láser hacia otros inmuebles".

Agrega que en ese momento "los chicos apuntaron hacia los ojos del dicente por lo que cuando trató de esquivar la luz, se le fue el vehículo" y colisionó.

Bello Agra señala que inmediatamente se fue al ambulatorio donde le recetaron un colirio y le aconsejaron que fuera al día siguiente al hospital si persistían las molestias visuales.

Afirma que quiere dar a conocer su suceso porque abundan este tipo de actos en la comarca, al igual que está sucediendo en otros puntos de Galicia.

Jorge Bello, que es aficionado al mundo de la aviación, también dice que tiene constancia de otros casos de ataques a aeronaves que surcan el cielo de Vilagarcía "pero pasan a demasiada altura para que les llegue a molestar el haz de luz".

A la vez recuerda que en algún caso, los punteros pueden modificarse de modo que "hasta llegan a prender un cartón", lo que da idea de la potencia calorífica que llegan a alcanzar.