El Puerto de Marín ya mueve por tren la quinta parte de toda su mercancía en 16.000 vagones anuales

El ramal ferroviario desplazó en 2023 más de 400.000 toneladas, el segundo mejor registro desde que se inauguraron las vías | El transporte en camión aún supone el 83% del total

Carga de cereal en un convoy en el Puerto de Marín esta semana.

Carga de cereal en un convoy en el Puerto de Marín esta semana. / Gustavo Santos

En julio próximo se cumplirán 22 años desde que entró en servicio el ramal ferroviario entre Pontevedra y el Puerto de Marín y en estas dos décadas, los muelles marinenses han sabido sacar un alto rendimiento a esta conexión por tren. Si diez años después de aquel estreno se movieron por esas vías unas 265.000 toneladas de mercancía (el 14% del tráfico total del puerto), en 2023 se han superado las 400.000 toneladas y una quinta parte de todos los productos que entran o salen del recinto lo hacen en vagón ferroviario. Este volumen supone el segundo mejor balance en la historia del tren al puerto, solo superado por las 420.000 toneladas de 2015.

Según la Memoria del pasado año entraron en sus instalaciones 7.906 vagones con cerca de 70.000 toneladas, en especial con la línea directa de 1.650 kilómetros establecida hace dos años con Algeciras. Por su parte, salieron del Puerto otros 7.925 vagones, con 331.400 toneladas, muchas de ellas correspondientes a cereales. Son, por tanto, 1.320 vagones que pasan diariamente de media por la plaza de Praceres, más de cuarenta cada día.

Además del tren de Algeciras, el importante incremento del uso ferroviario en los últimos ejercicios se explica también por la importante subida de los tráficos de cereales y madera. El capítulo de graneles sólidos llegó el pasado año a 1.030.000 toneladas, casi la mitad de toda la actividad en los muelles marinenses.

De este modo, las 400.436 toneladas que salieron o entraron en el Puerto en tren suponen prácticamente el 20% de toda la mercancía que se movió en 2023 en estas instalaciones, lo que consolida a Marín como uno de los primeros puertos españoles en el uso de esta modalidad de transportes. Este liderazgo ya viene de lejos, pero los datos del pasado año no hacen más que reforzarlo.

El último Observatorio del Ferrocarril en España, que compara los datos entre 2013 y 2022, sitúa a Marín como uno de los puertos español donde más crece el uso del tren para mover sus mercancías y el segundo de la red de interés general del Estado en cuota de ferrocarril, solo por detrás de Santander y por delante de terminales tan importantes como Barcelona, Valencia o Pasaia. Si en 2017 la cuota local apenas superaba el 12% de la actividad portuaria total, en 2020 se llegó al 15% y ahora se roza el 20%.

Los muelles marinenses superan con creces a puertos de gran actividad, pero con una intermodalidad ferroviaria mucho más reducida, en términos comparativos. Así, Marín duplica a Valencia, que apenas superaba en 2022 el 6%. Además, rebasa con creces a Algeciras, la mayor terminal de contenedores de España, donde el uso del tren se reduce al 0,8% del total. El uso del tren es residual en los demás puertos gallegos de interés general del Estado. En A Coruña apenas alcanzó el 2% del total, fue nulo en Ferrol y Vilagarcía y en Vigo solo se llegó al 0,42%. Aún así, el transporte por carretera todavía es el mayoritario, con 1.765.000 toneladas, el 83% de todo lo que mueve el puerto marinense.

Automatización de la red interna

La Autoridad Portuaria trabaja en la actualidad en una ambiciosa obra de dos millones de euros para la modernización del ramal ferroviario interno mediante su plena automatización, ya que ahora el manejo es manual. Al margen de los seis kilómetros de vías fuera del recinto portuario, el puerto cuenta con más de 7.000 metros lineales de vías de ferrocarril que permiten la composición de trenes de gran longitud. Toda esta actividad se controla manualmente y el objetivo es actualizar ese manejo. En la actualidad “el equipamiento está diseñado para el control de trenes en un entorno portuario, tipo industrial controlado y sin viajeros a baja velocidad, como es el caso de la explotación requerida en el Puerto de Marín. La velocidad máxima de control se diseñará para circular será 30 km/h en régimen de maniobras. Por otra parte, la velocidad de acceso al Puerto está limitada por la Consigna de Conexión ferroviaria, y en las vías de servicio del puerto no se excederá de los 20 km/h con carácter general en marcha de maniobras, tanto tirando como empujando, ni de los 10 km/h en intersecciones y desvíos”.

Una eliminación de los pasos a nivel que nadie quiere

Es una obra que ni vecinos ni Concello quieren ya que “dejaría la plaza peor de cómo está”. Sin embargo, los trabajos están adjudicados desde hace más de un año, por más de nueve millones de euros, y una sentencia judicial obliga a ejecutarla. Se trata de la eliminación de los polémicos pasos a nivel de Praceres, por los que pasa el ramal ferroviario al Puerto. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), firmó en marzo de 2023 el contrato con las empresas Extraco y Civis Global y en mayo se realizaron algunas catas y sondeos. Pero desde entonces, 14 meses después, no se ha movido una piedra en esa zona porque no se dispone de los informes favorables de Augas de Galicia, que se opone también al proyecto porque “la actuación afecta a un arroyo existente en la zona, donde son frecuentes las inundaciones y es necesario adecuar el proyecto a esa situación, como ya se le trasladó a Adif”. La eliminación de los pasos a nivel tiene el objetivo de cumplir una sentencia del Tribunal Supremo en 2007 y que los declaraba ilegales. La solución elegida disgusta enormemente a vecinos y Concello de Pontevedra, al enterrar los pasos de vehículos y peatones y mantener el tren en superficie. El proyecto consiste en la eliminación de los tres pasos a nivel construyendo dos pasos subterráneos para vehículos y peatones. El primero de ellos unos metros más al norte con un vial paralelo a la calle Areal de nueva apertura y que contará con una rampa para peatones. El segundo es la rúa da Praia, el más complejo al tener que contar con un gálibo suficiente para permitir el paso de camiones y autobuses a la zona de O Cabo y Sagrado Corazón. Esto obliga a trasladar la actual rotonda de la avenida Avelino Montero. El tercero de los pasos a nivel es en la propia plaza. En este caso, encajonando la vía del tren en medio de unas pantallas vegetales y acústicas que, según el gobierno local, “partirá la parroquia en dos”.

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