El Concello de Pontevedra continúa con la renovación de la calle Domingo de Andrade

Se procedió a la actualización de los servicios soterrados y a la mejora de la accesibilidad mediante una nueva acera

Mejora en la calle Domingo de Andrade.

Mejora en la calle Domingo de Andrade. / FdV

El Concello de Pontevedra emprendió estos días la mejora de la calle Domingo de Andrade, situada al pie de la iglesia de Santa María, y que une la calle do Ouro con Xofre de Tenorio. La Concellería de Servizos urbanos básicos, que dirige Xaquín Moreda, acordó acometer la renovación de servicios, la creación de una acera y la pavimentación, siguiendo con el plan de mejora de los espacios públicos en todos los barrios de la ciudad.

En esta ocasión, se trata, según el Concello, de un proyecto más completo que en otras intervenciones ya que fue preciso renovar todos los servicios soterrados y mejorar la accesibilidad desde el entronque de la calle do Ouro con Xofre de Tenorio.

Además, se ordenó garantizar la seguridad al vecindario de la calle y a los establecimientos comerciales allí radicados, ya que los técnicos municipales advirtieron de que Domingo de Andrade no está ordenada y no tiene segregados los tráficos peatonales y los motorizados, con el consiguiente peligro para vecinos y transeúntes.

Al tener solares edificables por desarrollar, el Concello apunta que Domingo de Andrade es una calle por completar. Está habitada solamente en el lateral izquierdo (en sentido de la circulación del tráfico), y en el derecho hay un predio sin construir, por lo que la mejora se está haciendo en el lateral de las viviendas.

La actuación consiste en la renovación de la canalización de agua potable con la instalación de una tubería de 100 mm en fundición dúctil y la reconstrucción de las acometidas de agua; se hará una reserva de alumbrado y preinstalación de reserva de telecomunicaciones y de energía eléctrica. En este momento a obra acomete la apertura de taludes y la instalación de la tubería.

La acera se hará en hormigón barrido en color gris delimitado con un borde en piedra que segrega los espacios peatonales de la calzada, con el objetivo de evitar que los vehículos estacionen delante de las fachadas de los edificios.

Finalmente, la reforma finalizará con el aglomerado de la calle, la instalación de nueva señalización que reordenará los espacios de estacionamiento solamente en el lateral derecho (en sentido de la circulación) que priorizará el tránsito peatonal y garantizará la accesibilidad en la calle. Los sentidos de circulación se mantienen como en la actualidad.