El Club Cisne Balonmano amplifica su potencial

Investigadores evalúan su condición física para prevenir lesiones

Análisis de fuerza de uno de los jugadores del Cisne.

Análisis de fuerza de uno de los jugadores del Cisne. / FDV

Obtener un conjunto de datos sobre diferentes parámetros del rendimiento físico, que permiten tanto definir la carga de entrenamiento, como observar la evolución de los jugadores del primer equipo. Esto es lo que acerca al Club Cisne Balonmano la colaboración que mantiene a lo largo de la presente temporada con el Laboratorio de Rendimiento Deportivo, Condición Física y Bienestar de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte.

Desde el inicio de la pretemporada, los integrantes del equipo de División de Honor Plata se someten en la facultad a una serie de evaluaciones del rendimiento, que permiten reunir información sobre más de 50 variables, a través de un conjunto de pruebas de potencia, fuerza máxima, velocidad, agilidad o movilidad articular.

Como explica el responsable del laboratorio y decano de la facultad, Óscar García, esta serie de pruebas, que se realizan al amparo de un convenio de colaboración entre el Cisne y la UVigo, permiten “una evaluación continua del rendimiento” de los jugadores, acercando una serie de datos que permiten a su preparador físico “mejorar el proceso de entrenamiento”.

Con ese propósito, se realizó una primera evaluación grupal antes de iniciar la pretemporada y otra a su final, a las que se sumó la realizada a final de la primera vuelta de la liga y la que se llevará a cabo una vez finalizada. “Estas evaluaciones nos indican si los efectos del entrenamiento nos ayudan a mantener estable a forma del equipo y a redefinir la planificación en caso de percibir algún efecto no deseado”, añade el preparador físico del Cisne e investigador del laboratorio, Javier Carballo, que señala que estas pruebas, a las que se añaden otras de carácter individual, se realizan en “momentos estratégicos de la temporada”.