“El cliente viene por salud y por conciencia”

Las herboristerías y tiendas ecológicas cogen cada vez más peso en la ciudad

Las dependientas de la herboristería Hortus comparan varias infusiones naturales

Las dependientas de la herboristería Hortus comparan varias infusiones naturales / Gustavo Santos

Gala Dacosta

Gala Dacosta

Desde hace ya algunas décadas (para Enrique Rodríguez, propietario de ecoSabor, son casi treinta años) Pontevedra se sumó a la ola de las tiendas ecológicas y las herboristerías. Es un negocio que apuesta por complementos, alimentación e incluso cosméticos a partir de componentes naturales.

Los últimos años, aseguran los propietarios, han notado un aumento sustancial en los clientes. Esto se debe a que cada vez hay mayor conciencia sobre la importancia de la salud, de buscar la sostenibilidad y el respeto por los animales. “Lo que más buscan nuestros clientes son productos para los huesos y las articulaciones”, explica Emilia Dopazo.

La propietaria de la herboristería Hortus tiene a bien recordar que este tipo de negocios no busca remediar ni curar, sino que vende productos que ayudan a prevenir enfermedades y a mantener las defensas. Por eso, la clientela que entra sin parar durante la mañana en que tiene lugar la entrevista es mayoritariamente de la tercera edad.

En cuanto al perfil del cliente es bastante variado y va desde los 35 años para arriba. Algo que destaca Dopazo, eso sí, es que sobre todo acuden mujeres. ¿Que por qué la gente escoge esta clase de tiendas? Quienes se dedican a ellas lo tienen claro: “Vienen por una cuestión de salud y en muchos casos también por conciencia ecologista y animalista, porque trabajamos productos sin crueldad animal y lo más naturales posibles”, cuenta Enrique Rodríguez.

Enrique Rodríguez enseña productos de alimentación.  | // GUSTAVO SANTOS

Enrique Rodríguez enseña productos de alimentación. | // GUSTAVO SANTOS / Gala Dacosta

En su tienda, situada en la Rúa Pasantería, hay clientes habituales que llevan ya mucho tiempo comprando determinados productos con frecuencia y con fidelidad. Sin embargo, al encontrarse tan céntrico también cuenta con clientes del Camino Portugués, y asegura que continúa en contacto con algunas personas que en su día llegaron a ecoSabor desde países como Alemania o Suiza. Con algunos tiene una relación de amistad, y con otros sigue enviándoles productos que los dejaron fascinados.

El cliente es variado, por lo general tiene una edad de media a avanzada, pero Rodríguez añade que, por la idiosincrasia de la ciudad, cuenta con un buen número de estudiantes de Bellas Artes, que es un segmento preocupado por las cuestiones que antes mencionó. Las herboristerías, señala, así como el pequeño comercio, se apoyan entre ellas tal y como está la situación de la tienda local. Hay más demanda, pero también más opciones: “La competencia no es entre las tiendas pequeñas, sino de las grandes superficies”. Luchar contra cadenas o comercio en línea es una tarea difícil, explica este vendedor experimentado.

Cuando comenzó él en Pasantería apenas había esta clase de negocios, y aunque han ido aumentando progresivamente, no compiten entre ellas. En su caso, la tienda ecológica vende desde alimentos frescos hasta champús, algo que no todas hacen porque algunas se especializan en cosméticos, otras en suplementos y para farmacia y algunas en alimentación natural y saludable.

En cuanto a su producto estrella, aunque son muchos y muy distintos los más aclamados por su clientela, Enrique dice que las infusiones y los tés que tiene no se encuentran en cualquier lado, así como la comida fresca de origen orgánico y que además trae siempre el certificado ecológico.

“Son negocios ampliamente feminizados”

Enrique Rodríguez asegura sentirse muy contento en un sector en el que no solo la clientela suele estar compuesta mayoritariamente por mujeres, sino que “los negocios están ampliamente feminizados”. Se podría decir que él es rara avis en el gremio. El perfil de compradora es una mujer de mediana o avanzada edad, y las adquisiciones son variadas, generalmente suplementos, infusiones y cosmética. Rodríguez entiende que no todo el mundo puede elegir, pero los precios intenta ajustarlos aunque la calidad sea la mejor. Se alegra de que hayan aumentado las tiendas del estilo de la suya, porque eso implica que hay más opciones para personas concienciadas con las tiendas de proximidad. Esta clase de negocios, asegura, se diferencia en el trato personal y en cómo establece una relación con lo que vende: conoce el producto, dónde se produce y quién.

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