De lo clásico a lo más original esta Pascua

Desde hace días, las pastelerías de Pontevedra preparan los pedidos de roscas, huevos y monas de Semana Santa

Pontevedra. Dulces de pascua. Venta de huevios de chocolate y monas en La Artesa.

Pontevedra. Dulces de pascua. Venta de huevios de chocolate y monas en La Artesa. / Gustavo Santos

Gala Dacosta

En Pontevedra ya llevan días luciendo los escaparates de las confiterías y las pastelerías de la ciudad. Los dulces más aclamados de la Semana Santa van desde las clásicas roscas, bizcochos y huevos de Pascua hasta otros diseños más elaborados con chocolate de distintas clases: “Les preguntamos qué tipo prefieren y cuánta proporción de leche”, indica Lidia Fariña, de L’Artesa.

A pesar del contexto económico, las pastelerías de Pontevedra no han detenido su producción de dulces de Pascua y se han esforzado por cumplir con todos los pedidos pendientes. L’Artesa, ubicada en la plaza de Méndez Núñez, ha registrado más de 150 encargos hasta la fecha. Según sus propietarias, llevan más de un mes trabajando en estos encargos, y su clientela abarca tanto a aquellos que son habituales y visitan el establecimiento a diario como a aquellos que acuden ocasionalmente, especialmente durante el sábado y domingo de Pascua.

Las hermanas Sabela y Lidia Fariña son las talentosas pasteleras detrás de L’Artesa, un punto de referencia en Pontevedra para aquellos que buscan monas de Pascua personalizadas. Su especialidad ha alcanzado una reputación notable, con precios que pueden llegar hasta los sesenta euros por pieza en el caso de las monas gigantes.

En L’Artesa, los clientes, en su mayoría niños entusiasmados, pueden dejar volar su imaginación al elegir entre una amplia gama de personajes para adornar sus monas. Desde los dibujos animados como Bluey hasta los icónicos héroes de sagas como Star Wars o Harry Potter, las opciones son variadas. Pero la personalización no se detiene ahí. Las hermanas Fariña se esfuerzan por comprender las preferencias de cada cliente en términos de tamaño, diseño y, por supuesto, sabor: desde la selección de ingredientes de alta calidad hasta la elaboración del chocolate y la decoración.

Desde la pandemia se hicieron famosas con sus monas y huevos, que incluso aunque las madrinas o los padrinos vivan lejos, consiguen llevar a los ahijados a tiempo y cargadas de ilusión. Realatan que algunos de sus pedidos cruzan el Atlántico o llegaron a Irlanda, por ejemplo.

En la pastelería Solla, ubicada en la transitada calle Michelena, los clásicos de Pascua siguen siendo el foco de atención para numerosos clientes fieles y ávidos de tradición. Con una historia que se remonta a generaciones, este establecimiento ha sabido mantener vivo el encanto de la temporada pascual a través de sus exquisitas creaciones.

Las dependientas destacan cómo la popularidad de estos productos se manifiesta en la diversidad de precios y solicitudes que reciben día tras día. Desde las meticulosas y detalladas monas de Pascua, cuyo precio oscila entre los catorce y los cuarenta euros, hasta las clásicas roscas de Pascua que, con su aroma inconfundible, conquistan los paladares más exigentes.

La rosca de Pascua, en particular, continúa siendo uno de los artículos más codiciados en este rincón culinario de la ciudad. Los clientes, fieles a la calidad y al sabor que ofrece Solla, no dudan en hacer fila para asegurarse de obtener su porción de esta delicia pascual.

Esta persistente tradición de deleitarse con los dulces de Pascua parece resistir incólume el paso del tiempo, encontrando su lugar especial en los corazones y mesas de quienes buscan celebrar estas festividades con autenticidad y sabor. Y entre los clásicos que nunca pasan de moda, se encuentran los venerados huevos de chocolate con sorpresa, que mantienen su estatus como imprescindibles en la celebración de esta época tan especial.

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