Fiesta por 40 años, y muchos más, del templo de San José

Decenas de personas se unieron ayer a la celebración de la festividad de San José en la parroquia del mismo nombre en el barrio pontevedrés de Campolongo, con la que, además, se conmemoró el 40 aniversario del actual templo, inaugurado a finales de octubre de 1983.

Una misa especial, oficiada por el arzobispo de Santiago de Compostela, Francisco José Prieto Fernández, inició los actos religiosos ayer domingo, para dar paso a la tradicional procesión en la que se sacó al santo, que fue llevado a hombros al ritmo de la música de Os Alegres.

La celebración no se llevó a cabo solamente en la jornada dominical, ya que durante los días previos hubo diferentes actos en conmemoración tanto de San José Como de estas cuatro décadas de actividad del templo. Así, por ejemplo, durante una novena cada día un sacerdote que en su momento pasó por la parroquia en años pasados ofició una misa. “Son aquellos que de algún modo colaboraron con la parroquia: seminaristas, vicarios, sacerdotes...”, explicó el párroco, Casimiro Fernández.

Asimismo, el viernes, al finalizar la misa de las siete de la tarde, se celebró un vía crucis con los niños de catequesis.

Casimiro Fernández destaca que este 40 aniversario del templo llega en una fecha especial, ya que las obras de reforma del edificio se dieron por terminadas el otoño del año pasado. Fue una inversión importante con la que se puso fin a los problemas de filtración de agua en el interior de la iglesia, al cambiar el tejado y asumir otros trabajos que conllevó esta principal actuación. Para ello, la parroquia tuvo que pedir un elevado préstamo de alrededor de 170.000 euros que todavía está pagando. En este sentido, se sigue apelando a la colaboración ciudadana desinteresada para poder liquidar la deuda.

Hace algo más de 40 años, el arzobispo de Santiago, entonces Rouco Varela, inauguraba el nuevo templo parroquial de San José en Campolongo, un edificio cuya primera piedra se colocó en el año 1979, pero que acumuló continuos retrasos. Era el párroco en aquellos momentos Arturo Caamaño.