Nuestro Padre Jesús: 75 años de hermandad

Un ciclo de conferencias que concluirá el próximo día 21 en el Museo y un programa de actos religiosos y de confraternidad celebran en este 2024 el 75 aniversario de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas, una de las siete agrupaciones penitenciales que protagonizan la Semana Santa pontevedresa. Su vicepresidente, José Luis Ageitos, explica que el 31 de marzo de 1949, un grupo de pontevedreses acordaron fundar una nueva cofradía “que se sumase a los trabajos de la restauración de las procesiones de Semana Santa que ideó y lideró el sacerdote y artista pontevedrés don Luis Pintos Fonseca” .

La advocación elegida para esta nueva agrupación fue la de “Nuestro Padre Jesús Caído - Excombatientes, ya que en esos años era requisito imprescindible para pertenecer a la Cofradía haber participado en la Guerra Civil”, si bien al año siguiente se permitió el ingreso a hijos y a huérfanos de personal movilizado en el conflicto bélico.

“Quedaban 10 días para que comenzase la Semana Santa, y aun así a todo, dio tiempo a diseñar y confeccionar los hábitos que vestirían los cofrades”, señala José Luis Ageitos, unas prendas que incluían “sayón marfil con botones negros, capuz de raso negro y cíngulo negro”. En su debut en el programa penitencial, los hermanos acompañaron en la procesión del Jueves Santo al paso del Ecce-Homo y al antiguo paso de la Cruz a Cuestas. Al día siguiente flanquearían la imagen del Cristo Yacente.

A partir de ese arranque, la cofradía, “año tras año fue creciendo, evolucionando, y enriqueciendo su patrimonio”, explica su vicepresidente.

En 1952 “se sustituyó el cíngulo del hábito por un fajín de raso negro, y gracias al donativo del Cofrade fundador Heliodoro Feijóo Mantilla, el escultor compostelano José Puente Otero talló la imagen del titular de la cofradía, Jesús con la Cruz a Cuestas”.

Cuatro años después Sebastián Santos fabricó los faroles que portan los cofrades en las procesiones y ese fue también en 1956 cuando el cofrade Miguel Rodríguez Rey diseñó el escudo de la agrupación.

Ya en 1970, los hermanos Rivas realizaron el trono en el que procesionan las dos imágenes que acompaña cada año esta hermandad.

En esa década, recuerda José Luis Ageitos, la agrupación “había empezado a abrirse y a admitir entre sus filas a cualquier persona que lo desease, y a partir de los años 80 comenzó una nueva etapa que nos lleva hasta el presente, y en la que la cofradía siguió creciendo”.

Detalla que “se añadió la capa de raso rojo en el hábito de los cofrades, se creó la banda de tambores y timbales que, en 1992, pasó a ser de cornetas, tambores y gaitas, y se confeccionó el guion procesional”.

En 1999, la Cofradía celebró su 50 aniversario con un programa especial de actos que incluyó una exposición, un ciclo de conferencias y la edición de una revista; “pero el día más importante”, detalla su vicepresidente, “fue el 21 de marzo, cuando se inauguró y bendijo la casa de hermandad de la cofradía, siendo la única de Pontevedra en contar con una sede en propiedad”.

Está situada en la calle Jofre de Tenorio, y de nuevo este año volverá a ser el punto de encuentro para organizar la participación en el programa de Semana Santa.

A partir de esa inauguración, añade José Luis Ageitos, siguió la andadura y “fueron muchas las cosas que se llevaron a cabo, como la creación de las secciones de escolta del Trono y de cofrades del Trono, o la admisión de mujeres” como penitentes.

En la actualidad la hermandad cuenta con cerca de 200 cofrades. Éstos presumen de que en la agrupación penitencial no hay “ningún tipo de distinción” y se recibe “con los brazos abiertos” a quien desee incorporarse.

Este año 2024, la Cofradía vuelve a estar de fiesta, al cumplir 75 años, y está celebrando con diversos actos divulgativos y de encuentro entre los cofrades. Para la jornada de hoy está previsto un almuerzo de confraternidad y el próximo sábado la basílica será escenario de la misa de Acción de Gracias, en la que serán bendecidos los nuevos guiones y estandartes que estrenará en sus bodas de brillante.

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