El Instituto Social de la Marina autoriza a las mariscadoras a limpiar desde hoy los bancos

Retirarán mejillones y ostra rizada, que se han apoderado de la zona de cría de la almeja | En la primera quincena de abril tienen previsto “rarear”, si la ría recupera su salinidad

Mariscadoras en el margen de Poio en una fotografía de archivo.

Mariscadoras en el margen de Poio en una fotografía de archivo. / GUSTAVO SANTOS

Las mariscadoras del fondo de la ría saldrán esta mañana a limpiar en la “ribeira” para aliviar la zona de cría de almeja de otros crustáceos que se han apoderado de ella, como el mejillón y la ostra rizada, y que pueden perjudicar a que la primera vaya adelante. Esta “invasión” se suma al otro problema que las almejas ya venían arrastrando desde hace meses, la de la pérdida de la salinidad natural del agua debido a las intensas lluvias caídas tanto en otoño como en invierno, de nuevo, por cierto, en la última semana.

Carmen Vázquez Nores, patrona mayor de la Cofradía de Lourizán, y Elena Padín, vicepatrona de la Cofradía de Raxó, confirman que esta limpieza, en pleno paro del actividad del sector, se realizará en las zonas tanto de Pontevedra como de Campelo, en Poio. Cuentan con la autorización del Instituto Social de la Marina, que les comunicó hace una semana que podrían realizar ese tipo de tareas pese a estar paradas en lo que a la extracción se refiere.

“Saldremos a quitar tanto el mejillón como la ostra rizada. Ambos forman grupos, como piñas, y se apoderan de la zona de cría de la almeja, por eso es importante sacarlos de allí”, explica Padín.

Y es que, por ejemplo, el mejillón es más rápido que la almeja y filtra antes el agua que le llega, de modo que cuando termina su “actividad”, cuando el agua alcanza a la almeja ya es sin nutrientes, que se quedó el mejillón.

Está siendo un otoño-invierno especialmente para el sector, que tuvo que recurrir al paro de la extracción para intentar recuperarse tras la afectación que las intensas lluvias han dejado en el agua, rebajando su salinidad natural de forma importante, lo que provoca la mortandad de la almeja.

“Saldremos a quitar tanto el mejillón como la ostra rizada. Ambos forman grupos, como piñas, y se apoderan de la zona de cría de la almeja, por eso es importante sacarlos de allí”

Elena Padín

— Cofradía de Raxó

El siguiente paso será poder salir a “rarear”, como así se denomina en el marisqueo, con vistas a la siembra. Cuentan con poder hacerlo en la primera quincena de abril, “cuando llegarán mareas muy buenas”, señala Elena Padín.

En principio, los bancos marisqueros están cerrados hasta el 15 de abril en el caso de la actividad a pie, mientras que la de a flote se prolongará hasta el verano.

El problema es que, tal y como asegura preocupada Elena Padín, “todavía llueve mucho”. Así que tras las dos sesiones de limpieza que llevarán a cabo esta semana y el rareo de abril “iremos viendo si hay almeja o no”.

La ría de Pontevedra es una de las más afectadas por esta situación de mortandad y de las medidas que se tomen al respecto depende el trabajo de cientos de personas que conforman las cofradías.

En la reunión del pasado diciembre del Consello Galego de Pesca se solicitó a las agrupaciones unos informes técnicos sobre el estado de los bancos marisqueros. Esos informes tenían como destino el Ministerio de Agricultura y Pesca, para fundamentar la declaración de zona catastrófica de la que, por el momento, no hay respuesta.

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