Entrevista | Juan Andrés González Dacal Urólogo del Complejo Hospitalario de Pontevedra

“Hay un cierto tabú en el hombre que hace que no acuda al urólogo”

“Muchas veces les cuesta venir” a la consulta,”lo que sabemos es que vienen muy tarde”, señala el profesional, que recuerda la importancia de un diagnóstico temprano

Juan Andrés González Dacal.

Juan Andrés González Dacal. / FdV

Los varones a partir de 12 años son los invitados a participar el próximo día 15 en el encuentro “¿Por qué los hombres tienen que ir al urólogo?”. Tendrá lugar en el Multiusos de Moraña a partir de las 20 horas y lo protagonizarán Juan Andrés González Dacal, urólogo del Hospital Montecelo, y Leticia Ruibal Gago, médico interno residente de urología en el centro sanitario pontevedrés.

–¿Hay una menor cultura de prevención de la salud masculina?

–Es una impresión correcta, a los hombres les cuesta más ir al urólogo, hacer sus revisiones. También hay un cierto tabú en el hombre que hace que no acudan al urólogo cuando nota algún cambio, alguna modificación en la forma de orinar, en su actividad sexual o cuando percibe alguna modificación a nivel de sus genitales. Muchas veces les cuesta venir, y lo que sabemos es que los hombres vienen muy tarde al urólogo; por eso la idea de esta reunión que tendremos es intentar concienciar a los hombres de que si notan algo, si hay algún cambio, vengan pronto al urólogo, porque eso va a ayudar mucho a la prevención y a poder diagnosticar siempre la enfermedad en una fase muy inicial.

–¿Cuáles son las dolencias más recuentes en las consultas de urología?

El motivo de consulta más frecuente que tenemos en los hombres suelen ser problemas al orinar. A partir de una edad, de los 45 o 50 años, empieza lo que se llama la hiperplasia benigna de próstata; empieza a crecer la próstata, a notarse cambios en la forma de orinar que puede llegar un momento que condicionen la calidad de vida: el paciente descansa mal por la noche, tiene que estar pendiente de la cercanía a un baño para desarrollar sus actividades de la vida diaria etc. Y luego otro motivo de consulta muy frecuente son alteraciones en la función sexual.

–Subraya que no deben minimizarse las disfunciones sexuales

–También queremos concienciar de que un problema de disfunción sexual, un problema de erección, es una alerta de que puede haber una patología cardiovascular subyacente, de modo que acudir al urólogo puede significar también prevenir problemas cardiovasculares.

Un problema de disfunción sexual, un problema de erección, es una alerta de que puede haber una patología cardiovascular subyacente

–¿Se corrigen tanto la incontinencia como las disfunciones sexuales?

–Si, pueden corregirse, consultado a tiempo, cuando el hombre empieza a notar algún cambio y acude pronto al urólogo. La prevención de esas dolencias es importante, pero una vez que aparecen también se pueden solucionar, bien con tratamiento farmacológico, bien con cirugía llegado el momento, pero, sí, son dolencias que pueden corregirse… Creo que el mensaje más importante es intentar concienciar a los hombres de que si notan algún cambio en su cuerpo, en su forma de orinar o de tener relaciones sexuales, que vengan al urólogo porque le podemos dar una solución para resolver esos problemas.

–Ejerce en la sanidad pública y en una clínica de cirugía robótica ¿qué aportan estas nuevas tecnologías?

–Aparte de trabajar en el Hospital Montecelo lo hago en una clínica privada, somos un grupo de urólogos y lo que ofrecemos sobre todo es cirugía de mínima invasión, cirugía robótica, que tiene la ventaja respecto a la cirugía tradicional de que tiene una recuperación más rápida para el paciente. Esta cirugía permite que después de una operación, por ejemplo de la próstata, el paciente recupere antes su continencia urinaria, recupere la función sexual, y todo eso con un postoperatorio mucho más leve, con unos ingresos cortos de 48 horas. En general el paciente se va a recuperar antes con la cirugía robótica.

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