Xeve mantendrá las protestas en Cernadiñas Novas mientras la Xunta no pague el terreno

Vecinos y representantes de la Comunidade de Montes de Santo André de Xeve realizaron este domingo el anunciado cierre del campo de tiro de Cernadiñas Novas, para denunciar que la Xunta de Galicia no paga el canon que debe a la comunidad por el uso de sus terrenos. Se trató, en todo caso, de una protesta simbólica, ya que se inició una vez finalizado un campeonato provincial de tiro que se disputaba en estas instalaciones. 

Rematada la prueba deportiva, los representantes de la comunidad se acercaron al acceso a estas instalaciones para colgar un cartel con una señal de prohibido el paso y el mensaje “Solo personal autorizado por la Comunidade de Montes de Xeve”, al mismo tiempo que exhibieron una pancarta con la leyenda “O monte é noso”. 

También se mostraron carteles con el texto: “A Xunta promete máis non cumpre”.

Un grupo de vecinos se acercó a esta protesta, en la que se leyó un manifiesto con los motivos de esta movilización. Los comuneros recordaron que hace cinco años que el Juzgado dictó la sentencia en la que se refrenda que los comuneros son los propietarios del terreno donde se asienta esta instalación, por el que la Xunta de Galicia debe pagar un canon. 

Comuneros y representantes de la administración autonómica se han entrevistado en numerosas ocasiones para fijar este precio, pero hasta ahora la comunidad no ha recibido ni un céntimo por el aprovechamiento de sus terrenos. Por eso han empezado estas protestas, que se repetirán si la Xunta de Galicia no se aviene a negociar de forma seria. Se repetirá cada fin de semana hasta obtener un compromiso fiable de la Administración. 

Además del precio, tanto comuneros como usuario de estas instalaciones deportivas vienen reclamando una mejora de las mismas desde hace tiempo. El campo de tiro es utilizado tanto por deportistas como por los funcionarios de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Al margen del deterioro por el paso del tiempo sin ninguna mejora, los comuneros explican que este campo de tiro genera unos ruidos que en muchas otras instalaciones de este tipo están ya superadas con modernos sistemas de aislamiento acústico, además de que los proyectiles de los tiradores alcanza los árboles de las inmediaciones con lo que la madera pierde valor.