El Entroido ya no es “o de sempre”

El Entroido pontevedrés ya no será el mismo. La peña Os de Sempre, decana de estas fiestas en la ciudad, se despide después de 56 años de participación interrumpida solo por la pandemia. Falta de tiempo, de relevo generacional, de espacio para fabricar sus puestas en escena y problemas de salud de algunos componentes han sido los desencadenantes para tomar una decisión “que tomamos con dolor de corazón”.

Carlos Mouriño, el único miembro del grupo que ha estado desde su fundación, lamenta especialmente que “tenía en la cabeza una idea para que fuera un final apoteósico”, pero no podrá unirse a las más de 120 creaciones que llevan a sus espaldas.

La mayoría fueron un éxito en cuanto a diversión, porque como apunta otro de los componentes de la peña, José Luis Gallego, “no se trata solo de llevar un disfraz bonito, sino de saberlo llevar. Tuvimos montajes espectaculares, nos lo currábamos, teníamos imaginación y vivíamos el Carnaval”.

La historia de Os de Sempre empezó en el año 1968, en plena dictadura franquista, en las fiestas de disfraces que se celebraban en el Mercantil y en las que siempre se llevaban los premios. De ahí el nombre del grupo, porque cada año ganaban “los de siempre”. Con la democracia, el Entroido salió a la calle y, con él, Os de Sempre.

Llegaron entonces creaciones como un tranvía, el lavadero municipal, panaderos, el palco de la música, malabaristas, el monumento a los Héroes de Ponte Sampaio e incluso la carroza de la Peregrina. “La lista es larga”, pero Carlos Mouriño recuerda especialmente la recreación del trole a Marín. “Fue de lo más perfecto que hicimos, la gente pensaba que era de verdad. Para mí fue especial, además, porque mi padre era conductor del trolebús”, comenta.

“Nos identificamos mucho con la facha, no porque sea más sencilla, sino porque el disfraz necesita una perfección que en la facha se puede suplir con imaginación”, señala Mouriño, que recuerda también algunas de las actuaciones en la Muestra de la Parodia, como el baile de Full Monty, Eurovision, una tómbola o actuaciones de malabaristas y funambulistas. “La gente estaba pendiente de nosotros. Son muchos años y muchos premios, movimos el Carnaval en Pontevedra, lo impulsamos en sus inicios y también colaboramos con otras peñas”, apunta José Luis Gallego.

No solo cuentan con una larga lista de premios del Entroido a sus espaldas, sino que Os de Sempre también han recibido el cariño de la ciudad en los últimos años con el nombramiento como socios de honor del Mercantil o la distinción de Amigos de Pontevedra.

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