El mes de los gimnasios

Cada enero las fichas de las salas deportivas aumentan hasta un 25%

Usuarios habituales de un gimnasio de Pontevedra.

Usuarios habituales de un gimnasio de Pontevedra.

R.P.

El arrepentimiento, tras los excesos de las fiestas, vuelven a llenar los gimnasios de la ciudad en estos primeros días de enero. Los nuevos clientes llegan cargados de buenas intenciones, pero a muchos el sacrificio de ir a la sala de musculación o las clases de spinning se le acabará haciendo cuesta arriba y lo acabarán dejando tarde o temprano, como bien saben los gerentes de los gimnasios de Pontevedra, como Pepe Esteban, de Gimsport, en la plaza de Barcelos.

Las altas en las fichas de socios se cuentan entre un 10 y un 15 por ciento en estos primeros días del año y llegarán hasta el 20 o el 25% en las próximas semanas, como es habitual cada año por estas fechas. Muchos de los que llegan buscando “los milagros de Amil” –como dice Pepe Esteban–, se decepcionarán y empezarán a dejarlo cuando llegue el buen tiempo, aproximadamente por el mes de junio. A inicios del verano es cuando cada año acaba el “tirón” del gimnasio. Quienes no son usuarios habituales pensarán entonces que ya seguirán haciendo deporte al aire libre.

Entre toda la nueva clientela de enero también están los que se solo se anotan y no pisarán ni un solo día las instalaciones, o los que se darán un atracón de pesas o de cinta de correr los primeros días –sin la supervisión de un profesional– y luego lo dejarán con las primeras agujetas.

En todo caso, los centros deportivos están cada vez más profesionalizados y sus técnicos tratan de orientar a los nuevos clientes sobre las actividades que más le convengan a su estado físico y a sus metas. Pero la constancia y el interés que cada nuevo socio ponga en las clases ya depende de la voluntad de cada uno.

El clima también influye en la constancia en el gimnasio. Así, un tiempo invernal y desapacible desanima a la gente a abandonar por una hora la comodidad del hogar para desplazarse hasta el gimnasio y cambiarse de ropa. En esto tienen menos pereza las personas más jóvenes, que son también quienes más se apuntan en este inicio de año a la sala de ejercicios.

Septiembre

Pero pese a lo que pudiese parecer, enero no es el mes en el que más crecen las fichas de socios de gimnasios, piscinas y centros deportivos. Cuando las salas de ejercicio reciben a más caras nuevas es en septiembre, en muchos casos con la intención de llegar al próximo verano con un estado físico mejor, o bien de buscar una vida más saludable que la sufrida durante las últimas vacaciones.

Al margen de la musculación, la motivación de bajar de peso, o realizar ejercicio para mejorar el estado físico en general, el gusto de los nuevos usuarios también va muy dirigido hacia las clases de trabajo cardiovascular, fuerza o pilates. La higiene postural está teniendo un amplio reclamo en los gimnasios y centros deportivos de Pontevedra.

Sea cuando fuere, lo cierto es que cada vez hay más población concienciada con la necesidad llevar una vida saludable, así como con los beneficios del ejercicio físico para la salud. Por eso los centros deportivos tienen cada vez más usuarios y también cada vez son más los que llegan para quedarse por mucho tiempo. Es bien sabido que los efectos beneficiosos del gimnasio pueden “enganchar” tanto como los malos hábitos anteriores.

La constancia, lo más difícil

La experiencia de la pandemia y el confinamiento obligatorio supuso un revulsivo para la implantación de nuevos hábitos de salud y de la práctica del ejercicio físico en buena parte de la población, como explican los gerentes de los gimnasios de Pontevedra. Pero ante el ímpetu de estos días en los que muchos deciden anotarse al gimnasio, los profesionales recuerdan que lo más complicado no está en dar este primer paso, sino en la constancia necesaria para lograr los objetivos con los que llegamos por primera vez al vestuario.

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