Un viernes negro en dos sentidos para los comercios

Pontevedra sucumbió a las ofertas, aunque las ventas se concentraron en una calle

Telas Rico, en la calle Manuel Quiroga.

Telas Rico, en la calle Manuel Quiroga. / Gustavo Santos

Gala Dacosta

El Black Friday, punto que marca el inicio de la campaña navideña para muchos, no es acogido con la misma ilusión entre las cadenas comerciales y las tiendas locales. Y es que el pequeño comercio pontevedrés no se cansa de mostrar que está en pie de guerra contra esta campaña que no acaba de ser beneficiosa para este modelo de negocio.

Ricardo Gómez, de Tejidos Risco, ya explicó a este medio que al final entran en la rueda por algo así como un “contagio”. De hecho, sacó un cartel esta semana que reza “Semana negra” e indica que descontarán 10% en sus telas. “Cuando empezó Zara a celebrarlo, y todos lo siguieron, nos vimos obligados. Empezamos con un solo día y, como muchas cadenas, lo acabamos ampliando”.

Lo hicieron, dice, por una especie de “contagio”. Veían los carteles en la mayor parte de las tiendas y creyeron que era lo suyo incorporarse a esta campaña de ofertas. Para él, llamarle así tiene dos motivos: uno es reforzar el uso del español frente al término anglosajón. El otro, que no concibe este día, semana, incluso mes, como una campaña beneficiosa para el comercio más pequeño que termina por secundar las rebajas sin convencimiento.

Un viernes negro en dos sentidos para los comercios

Un viernes negro en dos sentidos para los comercios / Gala Dacosta

La mayoría del comercio local se ve arrastrado a un tipo de ofertas que no acaba de resultar beneficioso más que para las cadenas. De hecho, lo que pontevedreses como Ricardo decían pudo comprobarse ayer, especialmente por la tarde, cuando era prácticamente imposible acercarse a una serie de tiendas famosas de fast fashion. Eso, por no hablar de los muchos productos que se habrán adquirido (ayer y durante todo el mes) a través del comercio en línea.

La mayor parte de las ventas se concentraron en la calle Benito Corbal y sus inmediaciones, donde están las cadenas de moda rápida y complementos. La zona del casco viejo, en la que en algunos escaparates sí que podían verse carteles de rebajas y descuentos, no había ni por asomo ese volumen de compradores deseosos de aprovechar las ofertas.