Aumenta en la ciudad la conversión de bajos en viviendas ante la escasez de pisos para alquilar

Esta práctica se está haciendo habitual en los últimos meses gracias a un decreto de la Xunta que flexibiliza los requisitos | En agosto se inauguró un local comercial transformado en tres apartamentos turísticos en Santa Clara

La conversión de bajos comerciales sin uso en viviendas empieza a ser una práctica habitual en Pontevedra. Si bien en las inmobiliarias todavía no disponen de oferta de pisos de estas características, los profesionales del sector confirman la proliferación de esta práctica en la ciudad, especialmente en los últimos meses, a raíz del decreto de la Xunta que flexibiliza los requisitos para acometer estas reconversiones que entró en vigor el pasado 15 de octubre. Es una medida poco común en la Boa Vila, pero que sirve para matar dos pájaros de un tiro: la falta de oferta de pisos para alquilar –y su alto precio, que en Pontevedra alcanza ya los 8 euros por metro cuadrado– y la gran cantidad de locales comerciales vacíos. Según la administración autonómica, con este decreto se podría dar nuevo uso de forma inmediata a unos 2.000 locales en toda la comunidad.

Hasta ahora, los requisitos para esta reconversión eran difícilmente alcanzables, de ahí que la Xunta haya aprobado esta flexibilización, con la intención de paliar la “degradación del entorno” en zonas con muchos locales comerciales vacíos.

Según apunta uno de los profesionales consultados por FARO, este tipo de viviendas están despertando gran interés entre los inversores, porque podrían ser más baratas que un piso convencional. Además, al ser viviendas más pequeñas de lo habitual, su alquiler sería más accesible, lo que las hace muy atractivas en el mercado inmobiliario.

Insisten en las inmobiliarias pontevedresas, sin embargo, en que no disponen de oferta de este tipo todavía y que la demanda, por tanto, tampoco existe, aunque sí que hay clientes que se han interesado por esta posibilidad. “Se empieza a ver movimiento en la ciudad con la conversión de algunos locales”, comentan.

Desde la inmobiliaria Pedrosa apuntan que “este movimiento, este cambio de usos, es algo reciente, de hace unos meses”.

Bajo comercial convertido en viviendas de uso turístico en la calle Santa Clara.   | // GUSTAVO SANTOS

Bajo comercial convertido en viviendas de uso turístico en la calle Santa Clara. | // GUSTAVO SANTOS / Cristina Prieto

Concretamente en agosto vio la luz uno de los bajos comerciales reconvertidos en vivienda, en este caso de uso turístico: Ponteloft, en la calle Santa Clara. Su propietario, Sebastián Filgueira, explica que las obras comenzaron en Semana Santa. “Reconvertimos un local comercial, de productos textiles, en tres apartamentos turísticos. No es exactamente una vivienda. Lo que hicimos fue cambiar una actividad comercial por otra actividad comercial”, apunta, lo que supuso unos trámites más sencillos. “Está igualmente regulado por la Xunta, con licencia de la Xunta, y son para estancias de corta duración”, añade.

La acogida de este hospedaje ha sido “bastante buena, aunque llegamos tarde a la temporada de verano” y Filgueira apunta que sus clientes son mayoritariamente extranjeros, sobre todo procedentes de países europeos, donde este tipo de viviendas son muy habituales. “Los apartamentos están perfectamente insonorizados, nadie se ha quejado de ruidos de la calle ni de ningún problema. Uno de ellos, además, es accesible para personas con movilidad reducida”, apunta.

En este sentido, añade que aunque las viviendas en plantas bajas parecen algo extraño en Pontevedra, “si nos fijamos en la zona vieja, hay muchas casas a ras de acera, así que no es algo raro ni debería sorprender”.

La intención de la Xunta es que estas nuevas viviendas formen parte de la oferta de alquiler residencial, pero la posibilidad de que sean destinados a pisos turísticos quedará en manos de cada ayuntamiento, que establece una normativa propia.

Aumenta en la ciudad la conversión de bajos en viviendas ante la escasez de pisos para alquilar

Aumenta en la ciudad la conversión de bajos en viviendas ante la escasez de pisos para alquilar / Cristina Prieto

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Desde el 15 de octubre estos bajos deberán tener al menos 40 metros cuadrados de superficie y una altura de las ventanas de 1,8 metros con respecto a la vía pública, aunque se podrían autorizar casos de menos distancia con un visto bueno de la administración autonómica. También se ha rebajado de 3,2 a 2,5 la altura mínima de los bajos, mientras que la de los entresuelos ha pasado de 2,5 a 2,4 metros, al tiempo que se permite instalar sistemas de ventilación autónomos, ajenos a la salida de humos del edificio. Además, se establece que la obligatoria vista exterior que deben tener dos estancias pueda comprender acceso a huertas, patios de luces u otros, sin necesidad de aprobar un cambio en el plan de ordenación municipal. Será suficiente un anexo de habitabilidad que luego autorice la Xunta. En los conjuntos históricos, una de las estancias con vistas al exterior podrá ser la cocina, y no obligatoriamente dormitorio y salón, como era antes.

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