Madamitas para el protector de la peste

El estallido de las populares tracas rubrica la romería en honor a San Roque

S.R.

La tradicional quema de las Madamitas rubricó ayer la romería en honor a San Roque, una de las citas más tradicionales de la “semana grande” y en la que la ciudad venera al santo al que invocó durante la epidemia de la peste, en el siglo XVI.

La parroquia de Santa María vivió su jornada festiva. Tras la celebración de la Asunción de María, la gran protagonista fue ayer la imagen de San Roque, cuya capilla acogió dos misas durante la mañana. Finalizados los oficios, fue trasladada a la basílica, para ser venerada y presidir el oficio central, que se celebró durante la tarde y al que siguió la procesión.

Niños con trajes de Primera Comunión.   | // RAFA VÁZQUEZ

Niños con trajes de Primera Comunión. | // RAFA VÁZQUEZ / S.R.

Ésta discurrió hasta la capilla de San Roque, donde volvió a recogerse el santo. Siguiendo la tradición, fue en ese momento cuando ardieron en las inmediaciones del templo las figuras de alambre y papel rellenas de pólvora.

Los giros y estallidos volvieron a convocar a numerosos fieles, curiosos y turistas en los alrededores de la capilla y a unos metros de los espacios en donde se concentran las atracciones de las fiestas, tómbolas, carruseles y puestos de venta de comida, donde se concentraron momentos después buena parte de los asistentes.

Coincidiendo con la festividad de San Roque, la parroquia de Santa María recordó que “fue en él en quien buscaron refugio y protección los pontevedreses durante los episodios de peste bubónica de la Edad Media, razón por la cual le dedicaron una capilla en el curso bajo del río Gafos, cerca de un hospitalillo donde se atendía a aquellos que daban síntomas de padecer este tipo de enfermedades tan altamente contagiosas”.

Todavía hoy, añaden, cada 16 de agosto se tributa a este santo “una de las romerías más populares de cuantas se celebran en el centro de Pontevedra”.

Por otra parte, la parroquia de Santa María continúa durante este mes la labor de acogida a turistas a peregrinos. “A diario”, indican sus portavoces, “se están atendiendo a cientos de personas, debido al auge que está protagonizando el Camino Portugués”.

Esta tarea de acogida a los caminantes se lleva a cabo durante toda la semana de 17 a 21 horas, “ofreciendo a los recién llegados algunas claves para su visita, repartiendo material didáctico y sellando, en su caso, la credencial del peregrino, además de compartir con ellos un tiempo de conversación amistosa”.

La basílica recibe en estas fechas a decenas de fieles. Así, otro grupo de voluntarios “se turnan en oración ante el Sagrario, orando por todos los visitantes en general, y también dispuestos a hacer oración de intersección personalizada e individual a aquellos que lo solicitan”, indican los portavoces de la parroquia de Santa María.