La Sareb posee 70 viviendas en la comarca pero no todas sirven para su alquiler social

El Gobierno central quiere utilizar los miles de pisos en manos de la Sareb para facilitar el acceso a la vivienda, en régimen de alquiler y a precios asequibles. Se pretende así hacer frente al alza constante de precios en este mercado. La propuesta estatal apunta a que sean, entre otros, los concellos, los que adquieran estos inmuebles a la sociedad de reestructuración bancaria. La Sareb recordó ayer que este objetivo ya forma parte de sus actividades desde hace unos meses y prueba de ello es un reciente acuerdo con la Xunta para pasar a manos autonómicos pisos que se utilizan ya para su alquiler social, uno de ellos en Poio.

Ningún concello de la comarca parece dispuesto, de entrada, a aceptar esta propuesta del Gobierno central a corto plazo, pero de hacerlo, el problema radica en determinar el número de viviendas disponibles. La Sareb asegura que en la comarca dispone de 70 viviendas, pero esta cifra incluye todas las propiedades residenciales, al margen de su uso o estado. De hecho, la entidad admite que no todas sirven para este plan estatal, bien por estar ocupadas en algunos casos, o sin condiciones de nula habitabilidad en otros. De hecho, en términos generales se estima que apenas el 20% estarían en disposición de ser utilizadas de inmediato. De hecho, en toda España son unas 47.000 viviendas, pero solo son 9.000 las que estarían ya listas para su uso.

De esos 70 inmuebles en total, 36 corresponden a Sanxenxo y solo hay ocho en la capital. Por su parte están cesados siete en Marín y seis en Moraña, al igual que en Barro. En este último caso, la lista incluye los pisos de San Antoniño objeto de conflicto entre sus ocupantes y la Sareb con una amenaza de desahucio por el medio. Este conflicto aún está sin resolver, si bien los afectados han logrado mantener ya algún contacto con la sociedad, que en su última oferta se ofreció a vender los pisos (y también hay locales comerciales) a los ocupantes.

Baja demanda

Poio cuenta con tres viviendas del antiguo “banco malo”, mientras que en A Lama, Caldas, Ponte Caldelas y Portas hay una en cada caso. No hay viviendas de la entidad en Vilaboa, Cuntis, Cerdedo-Cotobade ni en Campo Lameiro. Además de pisos, la Sareb posee en la comarca una treintena de plazas de garaje y trasteros, casi 90 solares y unos sesenta locales comerciales, que no entrarían en esta operación.

Dos tercios de las viviendas propiedad de Sareb en España se encuentran en municipios de baja o muy baja demanda de alquiler, según un estudio de Idealista, que precisa que el 3% de las viviendas de la web de Sareb en España están en municipios de demanda muy baja, mientras que el 60% se encuentran en zonas de baja demanda. El 27% de la oferta de este organismo se sitúa en zonas de alta demanda y solo el 10% en zonas de muy alta demanda.

Por comunidades autónomas, Castilla y León y Andalucía son las comunidades que más viviendas acumulan en zonas de muy baja demanda, con el 6% y 5% respectivamente. Les sigue Extremadura (3%), Castilla-La Mancha (2%), Galicia y Asturias (1% en ambos casos).

En el caso de la baja demanda, en Aragón, Asturias y La Rioja, la práctica totalidad de la oferta de Sareb (el 99% en todos los casos) está en zonas de baja demanda. Les sigue Extremadura (97%), Galicia (96%), Castilla y León (94%) y Cantabria (90%). En Navarra Sareb no tiene oferta en zonas de baja demanda, mientras que en Madrid solo tiene el 3%.

Por el contrario, en los mercados más tensionados las viviendas de Sareb están situadas en zonas con alta demanda, siendo Madrid donde más oferta de este tipo encontramos, el 64%. Le siguen Baleares con el 58%, Cataluña con el 47% y Navarra con el 45%. Navarra es también la comunidad con más oferta de Sareb en zonas de muy alta demanda, el 55%. A continuación se sitúan Canarias (49%), Madrid (34%), Cataluña (20%) y Euskadi (18%).

“Aún así, debemos tener en cuenta que las viviendas que Sareb afirma poseer en su web no discriminan por estado de conservación o si sufren o no una ocupación ilegal, lo que podría modificar sensiblemente estos porcentajes en los grandes mercados”, según Idealista.

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