El tesón de una madre: pelea con el CHOP para que su hija recupere sus sesiones de logopedia

La pequeña tiene un grado de discapacidad reconocido del 40% por una sordera y hasta febrero asistía a dos citas por semana, que le fueron interrumpidas por orden médica

Verónica Rial, con su reclamación y los tres informes favorables de especialistas y el colegio.

Verónica Rial, con su reclamación y los tres informes favorables de especialistas y el colegio. / GUSTAVO SANTOS

Hay luchas que se emprenden con tesón, pero pocas superan la perseverancia de una madre para lograr lo mejor para sus hijos. Es el caso de Verónica Rial, una vecina de Barro madre de una niña de ocho años con una discapacidad reconocida del 40%, sordera y un doble implante coclear por hipoacusia bilateral.

La pequeña estuvo recibiendo hasta el pasado 1 de febrero dos sesiones de logopedia semanales en un centro concertado con el Sergas para mejorar su situación y favorecer su autonomía, pero asegura que este tratamiento fue suspendido por orden de una especialista de Foniatría del Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP), dependiente del servicio de Rehabilitación. Desde entonces, Verónica Rial no ha cejado en su empeño de recuperar este programa, que avalan tres informes: dos médicos y uno del centro escolar.

Tras dos meses y medio de esfuerzo ha conseguido que la niña haya sido incluida en la lista de espera, pero considera insuficiente esta medida: “ya que cc”.

Asegura que no se rendirá porque es de justicia que la menor recupere el punto en el que se encontraba y de forma inmediata, “porque ya en el mismo colegio han detectado que ha sufrido un retroceso”.

La niña usa un implante coclear.

La niña usa dos implantes cocleares. / Ana López

Fundamental en su desarrollo

Con la reclamación presentada por Verónica Rial ayer mismo ante el Servizo Galego de Saúde, y a la que ha tenido acceso FARO, se adjuntan los tres informes que reconocen que la logopedia es fundamental para el desarrollo de la pequeña, que utiliza implantes cocleares (pequeños dispositivos electrónicos que ayudan a escuchar a las personas sordas o con muchas dificultades auditivas).

En su escrito dirigido al servicio de Rehabilitación, la madre explica que todo el problema se desencadenó el pasado 1 de febrero, cuando la niña tuvo que ir a revisión en el Complexo Hospitalario de Pontevedra y se le dio el alta, asegurando la doctora que la atendió “que no necesitaba logopedia”. En esa ocasión la pequeña fue acompañada de su abuela.

Como Verónica Rial no estuvo de acuerdo en ningún momento con esta decisión, pidió hablar con la doctora al día siguiente, pero la remitieron a una cita para el 5 de abril, es decir, dos meses después.

"Mi hija estaba recibiendo unas sesiones que se le negaron durante todo este tiempo, y ¿ahora tiene que volver a empezar de cero y con otra logopeda diferente? ¿y eso cuándo? ¿cuánto tiempo pasará hasta que haya un hueco para ella?"

Cuando llega ese día, la doctora la vuelve a evaluar y, siempre según la reclamación presentada por la madre, “me comenta que no tiene ningún inconveniente en que reanude las sesiones de logopedia, pero que considere que con diez años la seguridad social le tendrá que dar el alta”.

Ahora la cuestión es que la paciente ha entrado en lista de espera para recibir las sesiones, ya que su plaza ha sido cubierta por otro usuario. “Yo no quiero que mi hija vaya al logopeda si no lo necesita, pero tienen que reconocer que no tuvieron en consideración los problemas que tiene. El problema es que empezamos de cero, porque está en lista, cuando lo normal es que siguiese con la misma logopeda que tenía hasta ahora, con la que la niña ya tenía conexión”, se lamenta la madre, a quien no le valen los argumentos que se esgrimen desde el servicio de Rehabilitación, donde, manifiesta, se le ha dicho que no pueden hacer nada para agilizar el proceso.

“Si la doctora me hubiese atendido al día siguiente, cuando yo fui, y no esperado al 5 de abril, no estaríamos en esta problemática”, añade.

Sanitarios y educadores

Los tres informes que tiene Verónica Rial en su poder y que ha presentado junto con su reclamación son del Complexo Hospitalario de Santiago de Compostela (CHUS), donde la menor recibió los implantes cocleares; de la clínica concertada en la que hasta hace dos meses y medio recibía las sesiones de logopedia, y del CEP Campolongo, en el que está escolarizada.

En el primero de ellos, el médico, con fecha del 1 de marzo de este 2023, recomienda “seguir con logopedia un año más y reevaluar”.

En el segundo, la doctora correspondiente hace un exhaustivo análisis del nivel atencional, las fases auditivas y el lenguaje expresivo de la paciente de ocho años y se reconoce que “desde el punto de vista logopédico el avance es positivo”. “No obstante -se añade- teniendo en cuenta la edad cronológica de la paciente y la implicación a nivel de lenguaje tanto receptivo como expresivo, se considera necesario continuar trabajando los aspectos comentados con anterioridad”.

“Es un retroceso y, psicológicamente, para ella era un apoyo. Le quitaron algo muy importante"

Por último, desde el centro escolar, se explican todas las dificultades que la niña presenta a nivel de atención, memoria, razonamiento, discriminación de sonidos, habla, lectura, comprensión lectora, vocabulario... y se advierte que “tareas que antes hacía, ahora la notamos más perdida; le está costando más explicarse”. “En los últimos meses observamos cierto estancamiento de la niña”, se alerta desde el departamento de Orientación del centro público, una cuestión esta última que la madre relaciona claramente con la interrupción de la asistencia de la niña a las sesiones de logopedia antes concertadas.

“Es un retroceso y, psicológicamente, para ella era un apoyo. Le quitaron algo muy importante. Solo quiero que se lo recuperen cuanto antes, porque cada día es crucial”, concluye Verónica Rial.

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