Minutos y maniobras que salvan vidas

Los alumnos del CEIP Cabanas Salcedo aprenden a realizar la Reanimación Cardiopulmonar con profesionales del área sanitaria

Un niño insufla aire a un maniquí bajo la supervisión de sus compañeros.  // GUSTAVO SANTOS

Un niño insufla aire a un maniquí bajo la supervisión de sus compañeros. // GUSTAVO SANTOS / Ana López

La reanimación cardiopulmonar (RCP), aplicada en tiempo, puede reducir la mortalidad hasta un 20%. Por cada minuto que pasa un paciente en parada cardiorrespiratoria sin reanimación pierde un 10% de posibilidades de recuperación. Es decir, en cuatro minutos sin recibir ninguna reanimación su cerebro presentará importantes alteraciones, secuelas posteriores o incluso fallecimiento.

Estas fueron algunas de las nociones que profesionales del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés trasladaron ayer a escolares de sexto de Primaria del CEIP Cabanas Salcedo en el marco de un programa que lleva los cursos de reanimación cardiopulmonar a los centros educativos bajo el nombre de “Animación de actividades físicas y deportivas”. La acogida en el caso del colegio pontevedrés fue tal que muchos de los estudiantes renunciaron a disfrutar del recreo para poder realizar las maniobras con los maniquíes disponibles, de adulto y de bebé.

Por cada minuto que pasa un paciente en parada cardiorrespiratoria sin reanimación pierde un 10% de posibilidades de recuperación

Ángeles Castro Otero, coordinadora de los cursos y médica de Urgencias en el Hospital do Salnés, explica que el objetivo principal es concienciar a la sociedad en general sobre los beneficios para todos de adquirir una formación básica en esta técnica. “Es una idea muy buena empezar por los niños porque absorben como esponjas y da gusto ver lo rápido y bien que lo hacen. Queremos formar a los mayores de los colegios para que ellos formen a los menores, es decir, los de sexto a los de quinto y así sucesivamente”, asegura. “La RCP es un pilar básico y también les enseñamos cómo es el DEA, el desfibrilador, que cada vez se ve más”.

Subraya que es muy importante, ante cualquier eventualidad, hacer una RCP básica antes de que lleguen los servicios sanitarios: “En los primeros minutos la atención a la víctima es muy importante”.

Unas niñas practican la RCP a dos maniquíes.

Unas niñas practican la RCP a dos maniquíes. / GUSTAVO SANTOS

Las claves de la RCP

El proceso para realizar la RCP es siempre el mismo. En primer lugar, destaca Castro, hay que proteger el lugar en el que se encuentre la víctima. A continuación hay que dar aviso al 061 o al 112 para, con su consejo telefónico, “empezar a comprimir lo antes posible”.

“Si el paciente tiene pulso y está inconsciente o no responde hay que empezar: 30 compresiones y dos respiraciones. Así hasta que llegue la ayuda con el DEA”, resume.

La popular canción de la “Macarena” del grupo Los del Río sigue siendo un guión adecuado para instruir a la población en la realización de la RCP. Es más, ayer algunos de los alumnos del colegio Cabanas, conocedores de esta anécdota manifestaron echar en falta el tema como telón de fondo. “Hoy no la hemos usado y algún niño la ha echado de menos”, bromea Ángeles Castro.

“Si el paciente tiene pulso y está inconsciente o no responde hay que empezar: 30 compresiones y dos respiraciones. Así hasta que llegue la ayuda con el DEA”

Ángeles Castro

— Coordinadora de los cursos

La médica de Urgencias reconoce que todos los profesionales sanitarios deberían saber hacer reanimación cardiopulmonar. “Todos tenemos que reciclarnos. Con hacer un curso no te puedes ya olvidar del tema, porque es algo que puede salvar vidas. Pero no solo los facultativos o en los centros sanitarios, a nivel de colegios estamos con estos cursos y se están recibiendo muy bien”, afirma.

En el curso realizado ayer en Salcedo se utilizaron maniquíes de adulto y de bebé. Uno de ellos lleva acoplado un sistema con una aplicación que permite a los usuarios comprobar si las compresiones son eficaces o no.

Además de Ángeles Castro, participaron Diana Rodríguez Dávila, profesional de la UCI de Pontevedra, y Eugenio Pose Sobral, de Urgencias del Hospital do Salnés. El equipo también ha estado esta semana en el CIFP Fermín Bouza Brey de Vilagarcía de Arousa. Los cursos cuentan con el aval del Plan Nacional de Reanimación Cardiopulmonar y la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias.

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