Adif inspecciona las condiciones de seguridad de una docena de túneles ferroviarios en la comarca

Adjudica los trabajos de revisión de la seguridad en todo el Eje Atlántico, incluidas las pasarelas de Doce de Novembro y A Seca

Un tren junto al nuevo túnel ferroviario de Lérez. // GUSTAVO SANTOS

Un tren junto al nuevo túnel ferroviario de Lérez. // GUSTAVO SANTOS / Nicolás Davila

La totalidad de túneles ferroviarios del Eje Atlántico que atraviesan la comarca, al menos una docena, serán objeto en los próximos meses de una exhaustiva inspección de seguridad y conservación para verificar su estado. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) licitó esta actuación en junio pasado y acaba de adjudicar esos trabajos a las empresas Amberg Infraestructuras y Ofiteco, por algo más de 1,2 millones de euros. Aquella licitación se lanzó en pleno debate por el desplome de un tramo de viaducto de la A-6 en Pedrafita y afecta a todos los túneles del tren en Galicia, que en el caso de la comarca incluyen la revisión de algo más de diez kilómetros de longitud.

Estos túneles se localizan a lo largo del trazado del eje Atlántico desde Arcade, en Soutomaior, por el Sur, hasta Caldas y Vilagarcía, por el Norte e incluye el paso ferroviario por el casco urbano. En este sentido, se inspeccionarán los falsos túneles de Doce de Novembro (315 metros) y de A Seca (239 metros), así como el túnel de Lérez, de 441 metros más. La relación se completa con el de Arcade, a orillas del Verdugo, de 243 metros; el de Fonte Quente, en Ponte Sampaio, de 730 metros; los de Canaval y Figueirido en Vilaboa, que suman 744 metros más; el túnel de San Amaro, en Barro, de 1,1 kilómetros; y los de Lantaño y Pousadoiro, en Barro, Portas, Caldas y Vilagarcía.

Adif explica que “todas las infraestructuras necesitan actuaciones de conservación y mantenimiento durante su utilización que garanticen las condiciones de explotación y seguridad requeridas, de manera que se mantengan las características funcionales y resistentes con las que fue proyectada y construida. Adicionalmente, durante la vida útil de un túnel se hacen necesarias la ejecución de determinadas actuaciones de acondicionamiento, refuerzo y mejora con el objeto de adaptarlos a las condiciones de explotación existentes en cada momento, así como para prolongar su vida útil inicialmente prevista”.

Suman alrededor de 10 kilómetros en el tramo desde Arcade hasta Barro y Portas

Los trabajos previstos se dividen en tres fases: “La primera, denominada “Inspección”, está formada por una serie de actuaciones, realizadas de acuerdo con un plan previo, que facilitan datos sobre el estado de la obra. Para evaluar las actuaciones necesarias para el acondicionamiento, refuerzo y mejora de un túnel, así como para definir sus condiciones de conservación y mantenimiento, se requiere en primer lugar conocer su estado. Este conocimiento requiere una inspección y una toma de datos de campo que permitan la elaboración de un informe de inspección principal, en el que se detallen las características de la infraestructura y la problemática existente en la misma, proponiéndose las actuaciones necesarias para solucionar dicha problemática”.

La segunda fase, “denominada “Valoración” comprende el estudio y análisis de los datos obtenidos en la primera fase y tiene por objeto definir el estado de la obra, y la forma de devolverla, en caso necesario, a una situación adecuada en cuanto a su funcionalidad y seguridad, en base a los condicionantes de explotación existentes en cada momento”.

Por último, la tercera etapa, de “Acondicionamiento” está constituida “por un conjunto de acciones de refuerzo y mejora previamente decididas y programadas en la fase anterior y cuyo objeto es acondicionar la estructura a las nuevas condiciones de explotación, y en su caso prolongar su vida útil respecto a la inicialmente prevista”. El objetivo de estas operaciones es detectar posibles anomalías en los túneles como “desprendimientos en zonas de boquillas, agua en el interior de la galería , desprendimientos en túneles no revestidos y otros defectos, así como si ha habido alguna evolución en ellos desde la última inspección”.

Adif explica que “todas las infraestructuras necesitan actuaciones de conservación y mantenimiento durante su utilización que garanticen las condiciones de explotación y seguridad requeridas

La legislación establece “la necesidad de realizar una inspección principal dentro del año siguiente a aquel en que se cumplan 15 años como máximo, a todos los túneles de la Red Ferroviaria de Interés General administrados por Adif”, con el fin de “obtener la información necesaria sobre el estado funcional y resistente de todos los túneles y verificar que son capaces de cumplir con la función requerida por la explotación ferroviaria, con un nivel de seguridad suficiente”.

En marzo de 2016 el Concello y Adif firmaron el convenio por el que pasaron a manos municipales durante 75 años unos 20.000 metros cuadrados de espacios habilitados con las obras del Eje Atlántico ferroviario, pero de aquel acuerdo se habían excluido inicialmente los 8.500 metros cuadrados que se corresponden con el tramo de la vía del tren entre la avenida de Buenos Aires y Lérez. Este trazado se cedió dos años después, en septiembre de 2018. En este último caso, el gobierno local ya ha comenzado los trabajos de acondicionamiento.

En cambio, seis años después de pasar a manos municipales las plataformas existentes en la calle Doce de Novembro, en A Seca y en Médico Ballina, solo esta última se ha utilizado, para la instalación de un parque infantil. Las otras dos, en pleno centro urbano, siguen sin aprovechamiento, pese a que se han barajado varias opciones, desde un parque de skate y áreas de juego o zonas deportivas. Ni siquiera se ha ejecutado una acera en Doce de Novembro para poder circular a pie desde la rúa das Hortas hacia Joaquín Costa.

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