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La Justicia brasileña deja otra vez en libertad a los policías acusados del homicidio de un pontecaldelano

El Tribunal Superior de este país acogió la petición de 'habeas corpus'. La familia de Marcio Santos recibió la noticia con “rabia”

Marcio Pérez Santana

Malas noticias para la familia de Marcio Pérez Santana, el pontecaldelano muerto a tiros en Brasil en septiembre de 2018 por disparos de dos policías militares que están siendo acusados de homicidio cualificado por el Ministerio Público (la Fiscalía) de este país. Y es que el Superior Tribunal de Justicia de Brasil (STJ) ha aceptado la petición de habeas corpus solicitada por estos dos agentes y ha decidido su puesta en libertad a la espera del juicio.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre la familia de Marcio Pérez en Anceu, Ponte Caldelas, en donde residen su madre y su padre, tal y como explica un tío de Marcio, José Antonio Santana. Esta es la segunda vez que la familia de Marcio, que tenía 42 años en el momento en el que fue asesinado, ve como los dos policías supuestos autores de los disparos, se quedan en libertad.

Los allegados de Marcio ya tuvieron que ver como ambos policías militares (Mauricio Correia dos Santos y Saulo Reis Queiroz) no fueron detenidos y llevados a prisión hasta tres meses después de los hechos, en diciembre de 2018. Tras este primer encarcelamiento provisional quedaron en libertad en mayo de 2019 pero un recurso del Ministerio Público presentado ante los tribunales de Salvador de Bahía, en donde se produjo el crimen, propició un nuevo encarcelamiento de ambos desde diciembre del año pasado.

Marcio Pérez Santana FdV

Según explican los medios en Brasil, la decisión del Tribunal Superior se tomó por unanimidad. Fuentes de la familia de la víctima en España, que están en contacto con los representantes legales en Brasil, añadieron que fue un recurso presentado a través de un sindicato de la Policía Militar, a la que pertenecen los acusados, el que permitió esta puesta en libertad. Los apelantes se dirigieron directamente al STJ en Brasilia, al encontrarse los tribunales en Salvador de Bahía sin apenas actividad como consecuencia de la Covid-19.

José Antonio Santana, tío de Marcio, explicaba ayer que la noticia causó “rabia” entre la familia de Marcio en España y en Brasil. “La verdad es que nadie va a devolverle la vida de su hijo a mi hermana, pero el hecho de que ambos esperasen la celebración del juicio en prisión era un mínimo consuelo”. Ahora tendrán que esperar a la llegada del juicio, que se retrasa ya más de dos años, con los dos acusados de la muerte de Marcio en libertad.

Riesgo de fuga


Aunque según la información de la que dispone la familia ambos agentes tendrían el pasaporte retirado, su puesta en libertad también despierta entre los allegados de Marcio el temor a que puedan intentar sustraerse a la acción de la Justicia. “El riesgo de fuga siempre existe”, explica el tío del fallecido, “y más teniendo en cuenta que Brasil es un país muy grande y ellos policías militares, por lo que podría darse el caso”.

Entierro en Ponte Caldelas del joven abatido por la policía en Brasil

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Dos años a la espera de un juicio que será clave para el futuro de las dos hijas del fallecido

Para el Ministerio Público de Brasil, la muerte de Marcio Pérez en septiembre de 2018 a disparos de dos policías militares fue algo parecido a una “ejecución”. Muy lejos de la versión de los hechos que dieron los agentes quienes alegaban que lo habían confundido con un miembro de una banda de criminales a los que perseguían. Los dos agentes nunca pudieron aclarar la razón de porqué no tenían los indicativos ni las luces de su coche encendidas, por qué estaban a diez kilómetros de su área de actuación fuera de su jurisdicción y por qué, entre otras irregularidades, no dijeron a los médicos que atendieron a Marcio que había recibido varios disparos de bala. Simplemente les indicaron que había sufrido un accidente. Además, los testigos afirman que algunos disparos se efectuaron a corta distancia cuando el coche de la víctima ya se había detenido tras chocar contra una medianera. La familia no entiende el retraso que acumula el juicio por unos hechos de hace dos años. Además, el proceso es clave dado que no podrán reclamar al Estado una indemnización para las dos hijas de Marcio y que están en una situación económica precaria mientras no haya sentencia. Actualmente, la familia de Marcio en España es la que se hace cargo de algunos de sus gastos básicos. Ahora intentan que las autoridades españolas puedan mediar ante Brasil para exigir que se celebre el juicio y se haga justicia.

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