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La familia del pontecaldelano asesinado en Brasil, a la espera de justicia dos años después

La pandemia paraliza el juicio contra dos policías acusados del homicidio de Marcio Pérez en septiembre de 2018 - Los acusados vuelven a estar en prisión desde diciembre pasado

El 19 de septiembre de 2018 a Marcio Pérez Santana, un español de 41 años originario de Ponte Caldelas pero residente en Brasil desde niño, lo acribillaron a balazos en su coche en Salvador de Bahía.Los autores de los disparos eran dos policías militares que alegaron en un primer momento que lo habían confundido con un ladrón.

La versión de los agentes, llena de incongruencias y que difería totalmente de las afirmaciones de múltiples testigos, no se la tragó el fiscal del caso, que pronto empezó a hablar de que había sido una "ejecución" y los acusó de homicidio. Aquella muerte sacudió a la pequeña parroquia de Anceu, en Ponte Caldelas, de donde era originario Marcio y en donde residen sus padres. Ahora, dos años después, esta familia sigue esperando a que se haga justicia.

José Antonio Santana, tío de Marcio, explica que el caso sigue pendiente de juicio. Lamenta que toda la situación generada por la Covid-19 ha paralizado el caso por completo. El representante legal de la familia en Brasil confiaba en que a lo largo de este año se pudiera celebrar el juicio contra los dos policías, pero la pandemia "lo ha parado todo", dice.

El único motivo de descanso para la familia es que, cuando menos, los dos supuestos autores del homicidio esperan entre rejas a que llegue su cita con el banquillo de los acusados. Tras el crimen, y pese a los indicios que había en su contra (no estaban realizando ningún control, dispararon varias veces e incluso a quemarropa, estaban fuera de su zona de trabajo o iban con los indicativos luminosos apagados), los dos agentes no fueron encarcelados hasta diciembre de 2018, tres meses después de los hechos. Luego resultó que volvieron a quedar en libertad en mayo, cuando finalizó la instrucción del caso. Ante el estupor de la familia, sus representantes legales y la Fiscalía batallaron hasta que en diciembre de 2019 lograron que el juzgado ordenase de nuevo su ingreso en prisión provisional hasta que se celebrase el juicio. "Las últimas noticias que tenemos es que siguen en la cárcel",explica José Antonio Santana.

No obstante, la familia de Marcio Pérez pide celeridad en la celebración del juicio. Y no solo por hacer justicia contra los dos presuntos asesinos de este joven pontecaldelano, sino por las dos hijas que dejó huérfanas y que desde el homicidio de su padre viven en una situación complicada. Ambas residen con su madre en Brasil y sin la ayuda que reciben de sus abuelos en España difícilmente podrían salir adelante. Y es que determinar si existió algún tipo de responsabilidad del Estado por la actuación criminal de dos funcionarios encargados de mantener el orden es la única vía para que las dos pequeñas, que ahora tienen 11 y 16 años, puedan tener algún tipo de compensación económica por la pérdida irreparable que supuso la muerte violenta de su padre.

"Claro que queremos que se celebre el juicio cuanto antes para que este crimen no quede impune y también intentar saber por qué mataron a mi sobrino, pero sobre todo por estas dos niñas", explica el tío de Marcio Pérez. "Nos preocupa mucho su futuro", añade, "porque la situación actualmente es complicada en Brasil". "Hay que hacer justicia", reclama, tanto por Marcio, como por sus dos hijas.

A la espera de que se retome el juicio, de continuar esta parálisis la familia y sus representantes legales sopesarán adaptar alguna medida para intentar que el caso se acelere. Un juicio en el que quizá se pueda dar respuesta a la pregunta de por qué estos dos agentes tirotearon sin compasión y sin motivo a este ciudadano español.

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