El BNG de Moraña hace un balance negativo de los cien primeros días de gobierno del PP que, en palabras del portavoz nacionalista Marcos Suárez, fueron "más de lo mismo de los últimos ocho años: política e imágenes de cara a galería y en la realidad trabajando a remolque de las demandas y protestas vecinales, retrasando y guardando en el cajón grandes proyectos prometidos en campaña electoral".

Entre las promesas electorales que continúan paradas para el BNG destacan: las rehabilitaciones de la Pontenova y los Molinos das Laxes, la situación de la explanada de Mos o la renovación del campo de Fútbol de Mirallos, "servicios fundamentales y ejes de un necesario desarrollo turístico y económico para nuestro concello". Además, en palabras de Suárez "fueron los vecinos los que obligaron a trabajar al ayuntamiento después de ver más basura y descuido que nunca en las calles".