La visita del presidente del PP nacional, Pablo Casado, ayer a Pontevedra no pasó desapercibida en el centro de la ciudad, por donde dio un paseo acompañado del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el vicepresidente, Alfonso Rueda; el candidato popular a la alcaldía, Rafael Domínguez, Pepa Pardo y Pilar Rojo, entre otros.

El trayecto que realizaron entre las plazas de España y de Galicia, recorriendo Michelena, la Oliva y García Camba, se demoró más de lo previsto y retrasó la agenda de los populares, que después tenían previsto dirigirse a Vigo, debido a los saludos de los ciudadanos espontáneos y de las paradas que los propios políticos decidieron hacer en algunos establecimientos de la ciudad.

Entre los primeros en saludar a Casado y Núñez Feijóo destacó una madre acompañada de su hijo, Lucas, de 9 años, autista. La mujer se dirigió especialmente al presidente de la Xunta en petición de ayuda para todas las familias con menores autistas. "Necesitamos más ayudas, muchas más ayudas. Si no se tiene dinero en este país, un niño autista no sale adelante", le dijo.

La mujer recordó que solamente recibe una ayuda por la Ley de Dependencia y que tuvo que viajar a Madrid para que su hijo fuese visto en consulta por un neurólogo privado de renombre. Allí le realizaron un test genómico masivo que les costó 3.000 euros, de los cuales la sanidad pública "no nos pagó nada". A ellos siguieron otros test que no bajan de los 500 o 600 euros.

Tras la reivindicación de la pontevedresa, que Núñez Feijóo escuchó en silencio, Casado intervino para señalar que en los colegios sí hay orientadores, a lo que la madre respondió que su hijo ha tenido que ser matriculado en uno privado para obtener la adaptación curricular adecuada a su caso.

A los populares se dirigieron numerosos pontevedreses, que llegaron a llamar "presidente" a Pablo Casado y le pidieron realizarse fotografías y "selfies" con él.

Varios de estas instantáneas tuvieron lugar junto a la estatua del loro Ravachol, recién repuesta en su emplazamiento donde la botica original de Perfecto Feijoó.

La pastelería Solla, la zapatería Pedestal y otros establecimientos del centro de la ciudad fueron parada para la comitiva. En una tienda de ropa infantil de la calle García Camba, Domínguez y Pardo quisieron agasajar a Núñez Feijóo con un regalo para su hijo por su segundo cumpleaños, hoy.

"Cariño de la gente"

Al terminar el paseo, Pablo Casado aseguró que le había gustado "mucho" Pontevedra y, refiriéndose a Rafael Domínguez, señaló: "Quédense con esa cara, porque va a ser el alcalde".

Por su parte, éste celebró "el cariño de la gente, que nos ha tratado muy bien" durante el recorrido. "Estoy muy contento porque en este viaje a Galicia haya encontrado un hueco para acercarse a mi ciudad, Pontevedra", dijo.