El Black Friday se desarrollará hoy en Pontevedra con dos planteamientos opuestos que tratarán de ganarse a los consumidores. Mientras las grandes cadenas competirán en esta jornada con descuentos suculentos para adelantar las compras navideñas y conseguir una facturación mayor, los pequeños comerciantes locales apuran una campaña apoyada por el Concello de Pontevedra que busca sobre todo premiar la fidelidad de aquellos que priorizan la calidad del artículo sobre el precio.

Y es que esta campaña de marketing americana ha llegado para quedarse, pero el comercio local alerta del año que causa al pequeño establecimiento tener que bajar los precios empujados por una demanda de mercado reñida con la rentabilidad de los negocios.

Alrededor de doscientos comercios pontevedreses lucen esta semana en sus escaparates los logotipos de una campaña que permite a los consumidores entrar el sorteo de 7 vales compra por valor de 100 euros cada uno.

La iniciativa anima a los consumidores a comprar en las tiendas locales porque con ello, "facemos cidade, porque son de veciños de Pontevedra que cando deixan de traballar seguen a consumir na cidade", explican desde el Concello.

Y frente al plus de calidad y trato personal de un tejido empresarial que repercute directamente en la ciudad, está la considerable reducción de precios que, previsiblemente, hoy dejará una imagen de dinamización y actividad en las calles más comerciales de la ciudad inusual en esta época del año.