De origen franco-colombiano, el profesor Carlos Moreno es asesor de la alcaldesa de París y uno de los principales ponentes del III Fórum Ries18 que hoy se celebra en el Pazo da Cultura organizado por el Clúster de Salud de Galicia. Intervendrá a las 9.30 horas. Defiende la humanización de las ciudades como elemento decisivo en la calidad de vida de los ciudadanos y sitúa a Pontevedra como ejemplo del camino que debería seguir París.

-¿Qué le parece el modelo urbano de Pontevedra?

-Lo había estudiado mucho pero ahora que tengo la oportunidad de descubrirlo me parece ejemplar. El debate general es cómo organizar una ciudad multiservicios para que los ciudadanos puedan acceder a los servicios más esenciales en un radio próximo. En Pontevedra este objetivo está conseguido. Se puede acceder a los colegios de los niños sin peligros, se puede tapear, encontrarse con gente, disfrutar de los espacios públicos. La experienica de Pontevedra demuestra que es posible un modelo en el que el coche es solo un elemento más, una herramienta y no el centro de la ciudad.

-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de Pontevedra?

-Europa en general tiene un modelo de los años 50, con aceras pequeñas y mucho espacio para los vehículos. Pontevedra, en cambio, apostó por la plataforma única: no hay aceras, ni carril bici; todo es un espacio abierto y lleno de vida a disposición del ciudadano. El espacio público es realmente público. Me impresiona ver niños, jóvenes, discapacitados, los bebés en sus sillas, todos conviviendo en la ciudad y en medio de un gran silencio. Una nueva relación del ciudadano con el espacio urbano que genera orgullo.

-¿Este modelo es extrapolable a otras ciudades?

-La esencia de Pontevedra es la de una ciudad multiservicio. Eso corresponde con lo que yo llamo la "ciudad del cuarto de hora" y es justamente lo que buscamos instaurar en París. Tenerlo todo a 15 minutos. Y si me muevo a otra parte es porque quiero y no porque estoy obligado. Eso es lo que ha conseguido ya Pontevedra, una expresión de la movilidad feliz.

-¿Refleja esta ciudad su idea de ciudad humanizada?

-Conocí al alcalde de Pontevedra en Le Havre donde yo pronuncié una conferencia antes de que el hablara y tuvimos una gran convergencia en el sentido de que el nivel la inteligencia de la ciudad no está ligado a los dispositivos tecnológicos, ni al número de aplicaciones o algoritmos que funcionan, sino a la calidad de vida, que es la capacidad del ciudadano de sentirse ligado a su ciudad. Ese concepto es fundamental e implica que seamos capaces de desarrollar una ciudad inclusiva e reinventar las infraestructuras. Pontevedra es la muestra de que se puede hacer. Aquí los ciudadanos integraron el hecho de que se puede vivir sin depender del coche; que es posible caminar 5 o 10 minutos sin que eso sea el fin del mundo; ir a comprar sin un gran coche; es posible ir a un espacio público con niños sin peligro.

-¿Cumple la ciudad sus espectativas?

-Y las supera. Paseaba por la calle con el alcalde, Fernández Lores y le comentaba de broma que se hubiese arruinado si hubiese pagado a tantos figurantes para impresionarme. Me sorprendió ver las calles llenas de vida, de gente, como si fuese un día festivo o fin de semana. Aquí la gente vive en la calle a diario. Y además hay silencio. Pontevedra cambió la manera de producir y de trabajar de sus ciudadanos.