Montecelo aglutina el 80% de las agresiones a los profesionales sanitarios del área de Pontevedra

El trabajo coordinado entre el Ministerio del Interior (a través de la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra) y las organizaciones colegiales de los profesionales sanitarios (colegios de Médicos, Enfermería y Farmacéuticos) ha dado como fruto la activación en la provincia el pasado mes de octubre del protocolo que tiene como objetivo adoptar una serie de medidas de seguridad para frenar las agresiones a médicos, enfermeros y resto de trabajadores de la salud.

Se trata de una iniciativa que se puso en marcha a nivel estatal ante el importante aumento del número de agresiones a profesionales sanitarios, tanto verbales como físicas. Aunque en Galicia y Pontevedra la cifra es inferior a la media estatal (un por cada mil facultativos) no deja de ser un problema latente al que se considera necesario hacer frente.

Para reforzar este protocolo, así como la figura del interlocutor policial territorial sanitario (un enlace entre la Policía Nacional y los profesionales de la salud); se llevaron a cabo ayer unas jornadas organizadas por la Comisaría en el Colegio Médico de Pontevedra. Uno de los ponentes fue Enrique Espiño Nodar, interlocutor policial sanitario en Pontevedra y que el pasado mes de octubre hizo un trabajo de campo para analizar la situación del problema en el área sanitaria de Pontevedra. A su cargo están los centros de salud de Pontevedra, Vilagarcía y Marín (en total, 20 entre los tres municipios contando tanto instalaciones públicas como privadas) con 12 centros solo en la ciudad de Pontevedra (8 públicos y 4 privados).

Una de las funciones del interlocutor será hacer seguimiento a la evolución de la problemática y desde la puesta en marcha del protocolo en octubre ya se han detectado en estos tres municipios un total de 20 agresiones a personal sanitario. Cierto es que la mayoría son amenazas (un 52%), seguidas por los insultos (32%) y solo un 12% de los incidentes acaban con lesiones. Según explicó el propio Espiño, el lugar en el que se producen más agresiones es en los servicios de urgencias de los hospitales y en los puntos de atención continuada (PAC). En el caso pontevedrés, el Hospital Montecelo acumula el 80% de las incidencias en toda el área sanitaria, dado que 14 de los espisodios se produjeron allí, principalmente en el área de urgencias.

Este agente realizó un trabajo de campo comprobando las medidas de seguridad de cada uno de los 20 centros sanitarios de estos tres municipios, para posteriormente clasificarlos en función de su sus medidas de seguidad, la presencia de vigilantes de seguridad y si se presta atención médica permanente o no. Todo esto se cruzaba con el número de agresiones sufridas y en base a estos parámetros se realizó una valoración de riesgo, calificándolo como alto, medio o bajo. Así, aunque Montecelo cuenta con un elevado número de agresiones, en el lado positivo se cuenta con la presencia de personal de seguridad privado, algo que no ocurre en los puntos de atención continuada de A Parda, Vilagarcía y Marín lo que los convierte en puntos de riesgo alto de agresión, quedando el resto en un nivel medio.

Según explicó Espiño Nodar, las "discrepancias por la atención médica" o lo que el paciente o sus familiares consideran "una excesiva tardanza en ser atendidos" son las principales causas que desencadenan las agresiones.

El principal problema con el que se encuentra la Policía es que "los profesionales de la salud son muy reacios a denunciar estos hechos". De hecho, en la tres Comisarías (Pontevedra, Vilagarcía y Marín) solo se han presentado un total de 4 denuncias a pesar de las 20 incidencias detectadas por el interlocutor policial. "Nosotros exhortamos a los profesionales de la salud a que denuncien en las comisarías de la Policía Nacional, para proceder de forma inmediata a investigar los hechos".