Toda la zona costera está ya afectada y ya ha aparecido en el interior

Según explicaba ayer Pedro Mansilla, ingeniero jefe de Areeiro, el picudo ya ha acabado con cientos de palmeras en todo el litoral de la provincia de Pontevedra. De hecho, ya se detectado en palmerales de O Barbanza y Noia, en el sur de la provincia de A Coruña, y avanza hacia municipios del interior. Mansilla destaca, por ejemplo, que ya ha causado estragos en ayuntamientos como Ponte Caldelas. Desde este concello reconocen que las pocas palmeras de titularidad municipal que tenían han sucumbido ante el picudo. De hecho, el proyecto de remodelación de la plaza de España que va a acometer en breve el ayuntamiento servirá para retirar estos dos ejemplares afectados.

El frío es uno de los principales enemigos de este insecto que ahora está parado, en fase de hibernación. Es quizás, por este motivo, que la zona del Deza parece de las menos afectadas por la presencia del insecto. En cuanto al litoral pontevedrés, los expertos insisten en que es prácticamente imposible encontrar palmeras sin picudo y que solo el tratamiento adecuado podría evitar su muerte. E incluso recibiendo puntualmente estos cuidados, no hay garantías de que una palmera pueda salvarse.