La sesión plenaria de Sanxenxo contó con más de una anécdota, como el cambio de ubicación de Roberto Carlos Agís, que a su llegada al salón comprobó como su sillón estaba situado junto a los ocho del Partido Popular. Asumió su nuevo lugar con una sonrisa y sin mucha sorpresa. La sintonía con sus compañeros de oposición se concretó a lo largo de la sesión en la coincidencia de voto.

Otra de las anécdotas de la noche fue la negativa del alcalde a permitir hablar en el pleno a una vecina, por no representar a ningún colectivo, que pretendía hallar alguna respuesta sobre la futura regeneración de A Carabuxeira, una playa convertida ahora en pedregal.