La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, también aprovechó su comparecencia de ayer para reprobar la colocación de carteles que el PP ha llevado a cabo en los últimos días en diferentes puntos en los que existen obras paralizadas por el ente provincial.

Según Silva, los dirigentes populares, que eran siempre "muy conservadores y defendían el orden por encima de todo, se han pasado al hooliganismo". "Es sorprendente como un partido de derechas ahora coloca carteles en lugares donde no tienen permiso y se manifiesta de una forma similar a la de los nuevos partidos, a los que tanto critica", expuso.

Asimismo, la presidenta recalcó que "esta actitud" no es lo que más le sorprende, sino que lo "verdaderamente grave" es que "estén reclamando obras ilegales". Los proyectos de Meis y Moraña "no cumplen con la ley", recordó Carmela Silva, ya que "no hay informes positivos de patrimonio ni se siguieron los procedimientos adecuados". "Lo que más me fastidia es que engañen a vecinos que son muy amables y estuvieron bajo la lluvia con ellos para escuchar mentiras", manifestó.

De este modo, la máxima dirigente de la Diputación quiso recordar que su administración "rompió con la época de Louzán, en la que los proyectos "eran ilegales y carecían de cualquier informe preceptivo". "Eran cosas mal hechas, como por ejemplo, la Posada de Ribadumia, que está paralizada porque se construyó en terreno del Obispado", finalizó.

En concreto, el proyecto de la variante para el núcleo de Rebón, en Moraña, fue anulado en julio por no tener informe de Augas de Galicia, entre otras cuestiones.