"Escama y pilar". Con un toque de humor, y en alusión a unos pilares que se encontraron "por el camino", los arquitectos pontevedreses María Amandi y Jorge de Uña, de Uña+Amandi Arquitectura, bautizaban su trabajo de rehabilitación de una vivienda familiar en la Glorieta de Compostela de Pontevedra. Lo que no se imaginaban era que el proyecto sería uno de los ganadores de los Premios Gran de Area 2015, que cada año convoca el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (Coag), y que fueron fallados la semana pasada. Se trata del único trabajo realizado en la ciudad premiado este año por el Coag, una edición en la que Vigo se ha llevado la palma, con tres galardones. El resto se fueron para Armenteira (Meis), A Guarda y Tomiño.
Entre el jurado de los premios figuraba Manuel Abelleira, presidente de la delegación de Pontevedra del Coag, y un arquitecto designado por esta, Diego Germade.
"No nos lo esperábamos, porque todos los años se presentan muchos y muy buenos trabajos. Fue una gran sorpresa y una alegría", aseguran los arquitectos, que reconocen que los premios son una forma de dar a conocer el trabajo en un sector en el que "cada vez es más difícil conseguir encargos".
"Estos premios nos gustan especialmente, porque no se reconoce solo a los arquitectos, sino también a todos los que han hecho posible la obra premiada: propietarios, constructora y aparejador también recibirán su diploma", aclara María Amandi, que ya ganó en 2012 otro Gran de Area por otra rehabilitación en una vivienda en Vigo.
"La rehabilitación es un campo en el que nos sentimos muy a gusto y en el que hay muchísimo trabajo por hacer. La vivienda de segunda mano ha bajado bastante de precio y compensa comprar en ubicaciones céntricas reformando a tu gusto", explica la arquitecta.
En este sentido, ambos profesionales señalan que la dificultad está en decidir qué es lo que se va a conservar, qué merece la pena y qué no. "Esta primera decisión de proyecto condiciona las demás". "En general, los proyectos, ya sean rehabilitaciones o proyectos nuevos, nunca parten de cero. Siempre hay un programa de necesidades, una localización, una normativa. Según nuestra experiencia, a mayores condicionantes, mejores proyectos", añade De Uña.
El trabajo de "Escama y pilar" les llevó a los arquitectos unos diez meses, "desde que contactaron los clientes hasta que se terminó la obra", con proyecto y licencias de por medio.
Y como en todo trabajo de diseño, "hay momentos difíciles, en los que crees que todo se ha fastidiado. Luego, cuando ves el resultado final te olvidas de esos momentos y, si te los recuerdan, hasta puedes sonreír". En esta línea, recalcan que la sintonía con el cliente es importante.
Pero no todo son buenos momentos para la arquitectura, otra de las víctimas de la crisis.
"La liberalización de honorarios unida a la caída de encargos están siendo devastadoras para el gremio, con lo que eso conlleva de cara a la sociedad", explican De Uña y Amandi.
En su opinión, la arquitectura como arte está viviendo un momento de grandes cambios y oportunidades. "Es necesario un giro hacia la sostenibilidad y la responsabilidad social", señalan, para añadir que "no dudamos que de ello han de salir grandes obras".
El hecho de que su estudio se encuentre en una ciudad pequeña como Pontevedra no es algo que les preocupe: "muchas de nuestras obras están aquí, precisamente".
Un albergue en el casco viejo
El último trabajo de los arquitectos ha sido la restauración del Slow City Hostel, un albergue en la zona monumental. "Y decimos restauración porque ha sido un proyecto muy especial, sin casi presupuesto, en el que el objetivo era no perder la esencia del inmueble original, de bastante antigüedad. Y creemos que lo hemos conseguido", dicen satisfechos.
Entre los proyectos más inmediatos de estos ganadores de un Gran de Area 2015 figuran la reforma de una vivienda en Vigo y un almacén industrial en O Porriño, "aunque en el día a día también hacemos otro tipo de trabajos, desde parcelaciones hasta certificados energéticos", concluyen.
