Un conocido hostelero de Sanxenxo, F.E.O., se enfrenta a un año y tres meses de prisión, como supuesto autor de un delito de estafa. El fiscal le acusa de haber falsificado la firma de una empleada, en las dos nóminas y finiquito que precedieron al despido de la trabajadora.

Los hechos se pusieron de relieve cuando la operaria acudió al juzgado de lo Social a denunciar un despido improcedente. Cuando se requirieron los documentos que certificaban la relación laboral y la extinción de ésta, el empresario presentó las últimas nóminas y el finiquito firmados supuestamente por la trabajadora. Ésta no reconoció su firma, por lo que se ordenó la correspondiente prueba caligráfica. Los peritos determinaron que las rúbricas no habían sido hechas por la trabajadora, por lo que Fiscalía abrió diligencias contra el empresario, acusado de un supuesto delito de estafa.

La sección Segunda de la Audiencia Provincial juzgó ayer el caso, en el que denunciado y víctima expusieron su versión de los hechos. El hostelero alegó que el cúmulo de asuntos a los que atender en la época en que se produjeron los hechos, la posible desorganización de las tareas de la empresa y la relación de familiaridad que se vivía en el negocio pudieron llevar a firmar estas nóminas por alguien que no fuese la empleada, sin intención de estafarla.