Las obras de soterramiento de la línea eléctrica entre Mogor y Bagüín siguen a buen ritmo con lo que se conseguirá restablecer la normalidad del servicio interrumpida hace un par de años a causa de un temporal que derribó eucaliptos sobre los cables provocando un gran corte de corriente. La empresa intento restablecer la línea aérea y el anterior gobierno local, con buen criterio, se lo impidió exigiéndole que lo hiciese de forma subterránea aprovechando la superficie para crear una acera por donde los vecinos pudieran andar sin pisar la peligrosa calzada de la carretera entre Marín y Bueu.

Muchos meses después, el soterramiento se está llevando a cabo pero más incertidumbre hay sobre la acera solicitada porque la orografía del lugar es muy complicada y se trata de propiedades privadas que habría que expropiar en bastante superficie para poder dar la inclinación adecuada al talud (pura roca) y los tiempos no están para eso.

Solución alternativa

Recientemente visitó las obras el delegado de la Xunta Cores Tourís acompañado de un técnico que explicó la realidad de las obras que se están llevando a cabo que, si bien enterrarán los cables de alta tensión por ese margen de la carretera, hacía hincapié en que la hipotética acera iba a quedar pendiente por las dificultades antes apuntadas pero que se intentaría anchear en lo posible el arcén aunque al mismo nivel de la carretera.

En la misma comparencia se habló de la posibilidad de dar una solución alternativa poniendo en valor el Camiño Real, una pista peatonal histórica que va paralela desde las proximidades del antiguo matadero hasta San Blas con varias salidas hacia la carretera. Según confirmó a este periódico la alcaldesa María Ramallo, esa opción sigue siendo posible al menos mientras no se hace otra cosa, mediante la intensa limpieza del camino, su señalización e iluminación para que pueda ser utilizada por los usuarios sin ningún tipo de peligro para su integridad física.