Son necesarios todos los grupos sanguíneos, pero especialmente el cero y el A positivos, en unas vacaciones en las que suelen incrementarse los accidentes y las atenciones en los servicios de urgencias. Es el mensaje del Centro de Transfusión de Galicia (CTG) en la campaña "Nadal 2011", que persigue lograr unas 500 donaciones diarias que cubran las necesidades de los hospitales gallegos.

A ello contribuyeron ayer decididamente los numerosos pontevedreses que acudieron a donar al autobús aparcado en las inmediaciones del santuario de A Peregrina.

"Aquí en A Ferrería la gente siempre responde así de bien, da igual el día que sea que vienen donantes", explica una de las profesionales sanitarias.

Y es que no siempre las campañas de Navidad han resultado un éxito, ya que habitualmente las donaciones bajan en este periodo vacacional, pero no así en la ciudad del Lérez, cuyos vecinos "sí son generosos", felicitan las profesionales del Centro de Transfusión de Galicia.

La gran mayoría de los que participaron en la campaña son donantes habituales. Pueden realizar esta contribución todos los mayores de edad que pesen más de 50 kilos y estén en buen estado de salud.

El médico realiza una entrevista personal en la que se miden el pulso, la tensión y se descarta una posible anemia.

Tras haber desayunado o dos horas después del almuerzo, puede acudir a realizar la extracción, que dura alrededor de 5 minutos. "La recuperación es inmediata", explica uno de los donantes, "y debemos tener en cuenta que la sangre no se puede fabricar y que se necesita en los hospitales".

Se estima que menos del 7% de la población que podría donar lo hace, "pero todos podemos necesitarla, todos", recuerda una profesional.

Ésta explica que el CTG "establece con cada centro sanitario, unas reservas de seguridad para los diferentes grupos sanguíneos".

El Complejo Hospitalario de Pontevedra solicita diariamente al centro los componentes sanguíneos que va a necesitar tanto para las operaciones programadas como para las previsibles urgencias. Y a pesar del problema demográfico de Galicia (no pueden donar los mayores de 65 años) la Comunidad ya ha alcanzado los índices recomendados por la Organización Mundial de la Salud y cada año más de 85.500 generosos gallegos donan vida y salud.