Si es de esos que ha decidido dejar atrás la crisis económica estableciéndose por su cuenta en el municipio sepa que el turismo, a pesar de la elevada estacionalidad que lo acompaña, es el sector con más proyección, según apunta la asociación de comerciantes y empresarios de Poio.

Aunque no exista la fórmula del éxito seguro, la Acep tiene claro que éste pasa por la modernización y la búsqueda de un elemento diferenciador que le permita destacar entre la competencia.

"Falta profesionalización, pero este es un sector en el que todavía hay margen", explicó su presidente Ángel Moldes. De la aplicación sobre el terreno del último estudio sobre el desarrollo económico de la comarca -elaborado en colaboración con Aempe- se desprende que el futuro está en propuestas como la de un bar en Raxó que desde el verano pasado tiene una carta basada en los mejillones.

La tendencia es, apunta Moldes, que los restaurantes de nueva apertura vayan también un paso más allá y ofrezcan a sus comensales "algo más que la comida, como visitas por la ría para ver de dónde sale el producto o cómo se prepara, y que las cocinas estén a la vista", una imagen, a priori, que dista bastante de la que puede verse en los restaurantes que llenan Combarro, el principal foco turístico del concello, y que compiten entre ellos con cartas similares.

Las oportunidades están también, aseguran desde la Acep, en las empresas que prestan servicios auxiliares a los hoteles, que organizan desde jornadas en la ría a salidas culturales al monasterio o visitas al Castrove y son una de las carencias del municipio. Su puesta en marcha podría ser el punto de inflexión para que los turistas "que nos siguen prefiriendo para comer y las visitas" decidan dormir aquí y no irse a un concello cercano.

¿Crisis inmobiliaria?

Pero si no está dispuesto a pasarse el verano entre fogones y busca algo para todo el año, el concello ofrece un buen número de posibilidades. A pesar de que el pinchazo de la crisis inmobiliaria es una realidad desde hace años, en Poio parece haber hecho una excepción. En los últimos meses se abrieron varias tiendas de decoración y oficinas inmobiliarias, "no deja de ser una contradicción", reconoce Moldes, apuntando que los establecimientos relacionados con la salud parecen vivir también buenos tiempos tras la apertura de centros de fisioterapia y una policlínica.

Según los datos de los empresarios, la media de edad de los vecinos (la segunda más baja después de Pontevedra) y la elevada tasa de natalidad convierten al ayuntamiento en el lugar idóneo para instalar desde guarderías -una de sus principales carencias- a establecimientos para el ocio.

En el otro lado están los que tuvieron que cerrar por las bajas ventas -ropa, calzado y lencería- aunque las bajas se contienen porque "más del 60% de los negocios son propietarios y pagan alquiler", dijo Moldes.