El Complejo Hospitalario de Pontevedra (CHOP) mantiene la demora quirúrgica dentro de la llamada "Prioridad 1", lo que supone menos de diez días. Es un excelente resultado en comparación con las mismas fechas del pasado año y supone que las personas con enfermedades más graves esperan menos de un mes para ser operadas. Son algunos de los resultados que más satisfacen al gerente, José Manuel González: "Ya partíamos de listas de espera que seguramente eran de las mejores de Galicia y en este año todavía hemos mejorado de manera global".

–Lleva dos años y medio al frente del Complejo Hospitalario de Pontevedra. ¿Si lo llega a saber aceptaría el cargo?

–(Risas) Eso siempre. De este periodo hago un balance positivo porque han sido los dos años y medio de la mayor crisis económica que hemos vivido en muchísimos años y a pesar de ello el hospital ha mantenido sus niveles asistenciales, ha mantenido e incluso ha ido bajando las listas de espera, hemos contado con una importante colaboración de los profesionales, hemos llevado adelante el plan funcional y arquitectónico del proyecto del nuevo hospital de Pontevedra y, además, hemos logrado algo importante que es gastando menos, conteniendo el gasto, mantuvimos la actividad asistencial y creo que eso es importante.

–¿Cómo está actualmente el proyecto del nuevo hospital de Monte Carrasco?

–Siguen sus curso todos los trámites. En este momento está ya licitado y adjudicado el proyecto de expropiación de los terrenos y está en este momento desarrollándose el plan de viabilidad económico-financiera. Por lo tanto si este plan de viabilidad se termina, como se prevé, a finales de año la idea es que en los primeros meses del próximo año 2012 pueda licitarse el proyecto.

–¿Con qué plazos se trabaja para la entrada en funcionamiento?

–Seguimos manteniendo las fechas de 2014 y 2015, son las fechas que se bajaran para la puesta en funcionamiento del hospital.

–¿Cambiará la gestión?

–No, seguirá siendo absolutamente pública, seguirá siendo un hospital exactamente igual que es ahora el Complejo Hospitalario, dependiente de la Consellería de Sanidade, la única diferencia es la financiación de la construcción del edificio, que será una financiación con colaboración público-privada.

–¿Cree que debe haber esa combinación de público-privado?

–Los proyectos de financiación público-privado para la puesta en marcha de infraestructuras, del tipo que sean, incluidas las sanitarias, es una cosa que se está haciendo en todos los países y en España en todas las comunidades autónomas, por lo tanto no es nada nuevo. Este tipo de financiación favorece la rapidez en la construcción de las infraestructuras, garantiza la calidad de las mismas, en nuestro caso se mantiene la gestión del área asistencial por parte del Servicio Galego de Saúde y la responsabilidad asistencial por parte del Sergas y pone a disposición de los usuarios de la sanidad una infraestructura sanitaria que de otra manera tardaría bastantes más años en finalizarse.

–Preocupa lo siguiente: si el proyecto es tan caro, si al Estado no le interesa, ¿cómo es que le compensa a las empresas privadas? Existe la sospecha de que vamos a pagar mucho más de lo que cuesta el edificio, que son sistemas aplicados en Madrid o Valencia y que a estas alturas y en un escenario de crisis ya no resultan. ¿Qué análisis hace de esto? ¿De verdad este modelo tiene futuro?

–Todos los modelos tienen ventajas y tienen inconvenientes. Cuando uno se decide por un modelo de este calibre quiere decir que en este momento las ventajas son mayores que los inconvenientes, si no no se pondría en marcha. Por cierto, no lo hacen solo Madrid y Valencia, sino también Cataluña, Baleares, Asturias, es decir que aquí no hay diferencia de color político a la hora de poner en marcha estos modelos. El sobrecoste que puede suponer la construcción de ese hospital es un sobrecoste no demasiado importante, un sobrecoste similar al que podría suponer el comprar un piso con una hipoteca, más o menos, pero desde luego las ventajas son mucho mayores. La primera es que en esta situación de crisis seguramente ninguna administración podría poner en marcha un proyecto de este coste, y si lo pone en marcha el tiempo de finalización no podría ser previsible, si en una situación normal se tarda en hacer un hospital entre 12 y 14 años en una situación de crisis ni se sabe, por lo tanto esto nos permite que el hospital pueda estar en marcha en dos o tres años y eso es algo que hay que tener en cuenta y que nos parece importante. Y después está que aplaza el pago de la construcción del hospital a los próximos veinte, veinticinco o 30 años dependiendo de la concesión.

–Las listas de espera que se acaban de hacer públicas sitúan al CHOP entre los centros con mejores resultados de Galicia...

–Bueno, esto no es ninguna carrera de obstáculos, se trata de que cada uno haga lo que pueda para mejorar las demoras que puedan existir, llevarlas a límites razonables y cada uno en nuestra área sanitaria o en nuestro hospital estamos haciendo todo lo posible porque esto sea así. No podemos olvidar que en una situación de crisis económica donde estamos con los presupuestos muy ajustados se está haciendo lo mismo o más con menos dinero y eso siempre significa un valor añadido, tanto por lo que respecta a la labor de los directivos como de los profesionales que están en cada centro, sin ellos sería imposible llevar esto adelante.

–¿Está avanzando el proceso de unificación de los hospitales de O Salnés y Pontevedra? ¿Está planteando dificultades?

–Se están recogiendo de alguna manera las indicaciones o lo que aparece en la Ley General de Sanidad. Esta ley, la última Ley General de Sanidad que se ha aprobado en la época del bipartito preveía las gerencias de gestión integrada y estamos cumpliendo ese proyecto. Esto ya es oficial, ya está en marcha, a partir de este momento se pone en funcionamiento y esto supone e implica muchas ventajas: la fundamental, primero, es que aumenta la coordinación entre los niveles asistenciales (primaria, especializados, hospital de O Salnés y de Pontevedra). Los pacientes, por lo tanto, van a ver mejorada la calidad de su asistencia porque el paciente va a ser visto de una manera digamos integral y unificada. Se mejora la coordinación y los profesionales van a tener capacidad de formación y de distribuirse o acudir a determinados centros sanitarios para poder incrementar su formación y su desarrollo profesional. Y además se consiguen también mejoras a la hora de la gestión, aunque solo sea por una economía de escalas que se producirá a partir de este momento. Por lo tanto creo que es el modelo que se está poniendo en marcha en todas partes y que aquí obviamente, siguiendo los mandatos de la Ley General de Sanidad gallega, también.

–¿Ya se han celebrado las primeras reuniones?

–Sí, se hizo la presentación por parte de la gerente del Servicio Galego de Saúde, Rocío Mosquera, a los profesionales tanto de primaria como del hospital y ahora de manera inmediata se harán los nombramientos también para que esto sea efectivo.

–¿En qué se concretará la unificación?

–Ese proceso se concreta fundamentalmente en tener una única estructura responsable de toda la gestión de todas las áreas, con una estructura directiva única y que por lo tanto va a permitir que la coordinación entre primaria y especializada sea mayor, al depender de una única estructura. En vez de varios equipos directivos habrá un equipo directivo único que coordinará todas las estructuras de las dos áreas sanitarias, de Pontevedra y O Salnés.