Con apenas metro y medio de altura y 43 kilos de peso, la albaceteña Maribel Atienza sorprendió a los taurinos a principios de la década de los ochenta: era capaz de despachar a un novillo de 500 kilos, como pudo comprobar el maestro (y machista) Ordóñez, al que espetó al dar su tercera vuelta al ruedo en Las Ventas: "Maestro...para que vea usted como las mujeres además de criar hijos y fregar platos... servimos también para torear...´

Es Maribel Atienza una de las principales referencias profesionales de Conchi Ríos y fue precisamente una de las pocas mujeres torero que la han precedido en la plaza de Pontevedra.

"Desde finales de la década de los noventa la verdad es que no se han hecho este tipo de espectáculos, pero con anterioridad si", explican desde la gerencia de la plaza.

Así, Cristina Sánchez o Berta Trujillo, "Morenita del Quindío", son otras de las mujeres que han hecho el paseíllo en la plaza de San Roque y a las que recordarán esta tarde los aficionados más veteranos cuando Conchi Ríos haga el paseíllo.

La joven, de 20 años, se inició en el mundo de los toros a los 15 y las cicatrices en los muslos, una de las axilas y un gemelo prueban sus ya varios percances con el toro. Uno de ellos la obligó a salir a la arena de Las Ventas con una cornada reciente, lo cual no impidió que el pasado mes de julio se convirtiese en la primera novillera en cortar dos orejas al mismo astado y salir por la puerta grande.

"He apostado fuerte y me van las cosas bien", apunta a propósito de su exitosa temporada, con triunfos en Madrid y en Barcelona.

Conchi Ríos sustituye al mexicano Sergio Flores (que sufrió en Las Ventas una cornada en el cuello de 15 centímetros, dos en los muslos y otra en el escroto y pene de menor importancia), un cambio del cartel del que se enteró hace apenas unas horas. Tras desear a su compañero que se recupere afirma esperar que su debut en Pontevedra sea "una tarde bonita".

Por el momento, lo que promete es "muchísimas ganas e ilusión, es lo que puedo asegurar".

A propósito de sus toreros de referencia, reconoce admirar "a todos" los matadores que se ponen delante de un toro, si bien destaca a Maribel Atienza y a la peruana Conchita Cintrón, que logró situarse como la primera mujer torero de fama internacional aunque, como afirma la novillera, "el toro no mira la altura, ni la raza, ni si eres mujer".