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La Policía captura a la pareja que asaltó en la iglesia al párroco de San Bartolomé

El hombre, un pontevedrés de 72 años, fue detenido, mientras que a la mujer de 54 años, que protagonizó la mayoría de los hechos, no fue arrestada ya que padece algún trastorno médico

A la Policía Nacional de Pontevedra no le costó demasiado localizar a las dos personas que el pasado miércoles protagonizaron un rocambolesco intento de asalto al párroco de San Bartolomé, José Lage Radío, en su despacho, ubicado en el propio templo, en la zona vieja de la capital. Y es que lo más curioso es la edad de los protagonistas del atraco ya que se trata de un matrimonio mayor (de 72 y 54 años de edad) sobradamente conocidos ya que solían recibir asistencia a través de Cáritas y fueron reconocidos por la propia víctima.

Según explicaron fuentes de la Comisaría, los agentes ya han detenido a un varón por su implicación en estos hechos. Se trata de un hombre de 72 años de edad y vecino de Pontevedra, J. L. G. Q., (que no cuenta con antecedentes policiales) como uno de los autores de la tentativa de robo. Tras ser puesto a disposición judicial, esta persona quedó en libertad con cargos.

No fue arrestada la mujer, de 54 años y esposa del detenido, y quien al parecer protagonizó la mayor parte de los hechos. La razón es que sufre una patología médica, aunque fuentes no oficiales explicaron que dicha enfermedad podría ser algún tipo de trastorno psicológico. La mujer queda pendiente de que sea citada a declarar por el juzgado cuando estimen oportuno.

En cuanto a la pistola con la que supuestamente amenazaron al sacerdote, fuentes policiales explicaron que no pudo ser recuperada. No obstante, tal y como ya apuntaba la propia víctima, todo parece indicar que se trataba de un arma de perdigones de plástico. Así se lo manifestó a los agentes el propio hijo de los implicados en este curioso suceso, quien alertado por los hechos que habían protagonizado sus progenitores, explicó a la Policía que tiró el arma al río Lérez. Los agentes incluso se desplazaron al lugar en el que la arrojó al agua pero no se pudo localizar.

Cabe recordar que el pasado miércoles, sobre las 20 horas, momentos antes de que se iniciara una misa, una mujer mayor irrumpió en el despacho del párroco ubicado detrás del altar mayor en el propio templo. Tenía la cabeza cubierta con una especie de "turbante"y en actitud nerviosa se dirigió al cura, al parecer, para solicitarle que le entregase alguna cantidad de dinero, aunque el propio afectado no podía recordar lo que le dijo con exactitud.

Cuando intentó salir fuera de su despacho allí le esperaba semiescondido tras la puerta el varón de 72 años de edad, quien lo agarró por detrás mientras la mujer le decía que le tapara la boca.

En ese momento, según confirmó el propio párroco y así consta también en la denuncia policial, la mujer llegó a ponerle el cañón de un arma contra su barbilla. Sin embargo, el sacerdote, que según él se mantuvo "sereno" en todo momento, hizo un gesto con el brazo apartando el arma. La propia víctima explicó que le parecía que la pistola "era simulada".

Salieron huyendo sin botín

En el momento en el que se produjeron los hechos, a apenas unos dos metros del despacho del cura, se encontraban quince personas que integran el coro parroquial y que salieron a ver que ocurría en cuanto escucharon el forcejeo. Después de que alguien preguntase "¿hay alguien ahí?", los dos asaltantes se dieron a la fuga a través de la nave principal del templo al verse descubiertos por los miembros del coro parroquial.

Ambos abandonaron el lugar sin llevarse ningún tipo de botín y sin causar tampoco ningún daño al párroco.

A pesar del gran susto que se llevó este sacerdote, José Lage insistió el pasado viernes en restar importancia a lo sucedido ya que se mostraba convencido de que los dos asaltantes eran dos personas en apuros que "no tenían intención de hacerme ningún daño".

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