Los alumnos del colegio público San Martiño de Salcedo ya podrán estudiar con mayor tranquilidad, después de que se procediera a la insonorización de sus aulas, en las que tenían que soportar ruidos de hasta 85 decibelios, ruidos procedentes de las clases colindantes. La baja calidad de los materiales entre una planta y otra se perfila como la razón del barullo que a diario padecían los estudiantes. Los concejales de Educación, Julio Castela, y del Rural, José Valcárcel, visitaron ayer este centro y el de Cabanas, también en Salcedo, para inspeccionar las obras de reforma realizadas por el concello.

Con los trabajos realizados durante el verano, el concello colocó falsos techos y un nuevo sistema de iluminación en San Martiño. Sin embargo, a diferencia de lo realizado en otros colegios, como Campolongo o Álvarez Limeses, donde se trataba de renovar las viejas placas. En el caso de Salcedo, se instaló un sistema completamente nuevo cuyo objetivo, más que una operación estética, fue el de dotar a las aulas de una mayor protección acústica, pues el nivel de ruido entre las dependencias separadas por el forjado de las plantas baja y primera era muy elevado. Para ello, se optó por un sistema que incluye materiales aislantes específicamente diseñados para este fin. El presupuesto de estas actuaciones fue de 21.000 euros.

Sonómetro

El director del centro de San Martiño destacó la reducción del ruido tras estas obras y recordó que llegó a efectuarse una medición acústica con un sonómetro, que marcó los 85 decibelios, un volumen equiparable al del tráfico rodado en las calles. Pero en este caso se sufría en el interior de un aula educativa.

Paralelamente, la Consellería de Educación destinó 247.000 euros al cambio de cubierta y reforma de este mismo centro, cuya adjudicación a la empresa Construcciones y Proyectos Eje Atlántico se dio a conocer ayer en el Diario Oficial de Galicia. Estas obras contribuyeron a mejorar el aislamiento térmico y el aspecto exterior de un centro que ya acumula muchos años de funcionamiento.

Por su parte, en el colegio público de Cabanas, también en la parroquia de Salcedo, el concello acondicionó la biblioteca y dotó al patio de una solera de hormigón pulido y un cierre integral. Además, el parque infantil ha sido trasladado a un lugar más adecuado y cuenta también con suelo de caucho, todo ello con una inversión de unos 25.000 euros.