Desde Mozambique al quirófano del CHUO

La estancia de Matusse se enmarca en un programa de cooperación internacional de Sanidad

La residente Alcinda Matusse, durante una intervención sanitaria.

La residente Alcinda Matusse, durante una intervención sanitaria. / FdV

La médica Alcinda Matusse aterrizó en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) el pasado octubre, desde su Mozambique natal. Como residente en formación, llegó con muchas ganas, pero también con muchas dudas sobre cómo sería formarse en un hospital español. Ahora, en los últimos días antes de regresar a su país, hace un balance “muy positivo” de su estancia en la provincia. “Pensé que iba a ser distinto, que no iba a tener oportunidad de poner en práctica los conocimientos, pero ha sido todo lo contrario, ha sido una experiencia muy buena”, asegura.

Ella es la primera de su centro de Mozambique en formarse en España. “Hasta ahora, mis compañeros solo iban a Francia o a Portugal, pero allí solo les dejaban mirar, no hacían nada, no podían intervenir. Hubo gente que tuvo que volverse porque no estaba aprendiendo nada”, lamenta. Su buena experiencia permitirá que otros residentes mozambiqueños puedan seguir viniendo a formarse a la provincia. “Tengo compañeros que ya me han dicho que quieren venir”, apunta.

Este tipo de estancia formativa se enmarca dentro de los programas de cooperación del Ministerio de Sanidad, liderados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). El CHUO acogió en 2023 a otro facultativo mozambiqueño, quien también realizó prácticas durante seis meses.

La formación

Matusse es residente de Anestesiología, por lo que desde octubre se ha formado en las diversas unidades del servicio. Del CHUO resalta la tecnología y los medios materiales, con los que nunca antes había trabajado. “Aquí todo es de última generación, cosas que nosotros solo vemos en los libros y nunca en la práctica. Hay muchas cosas que no tenemos, incluso en la medicación, allí usamos medicamentos que aquí se dejaron de utilizar hace 20 años”, explica. La facultativa pone en valor la posibilidad de formarse en técnicas y procedimientos novedosos, ya que luego podrá enseñárselos a sus compañeros. “Claro, al llegar a Mozambique puedo hacer la réplica de todo lo que aprendí”, resalta.

También destaca la buena relación entre especialistas y residentes del servicio. “No hay esa diferencia que sí hay en mi país, allí es más jerárquico, hay más distancia entre los médicos y los residentes, aquí no, trabajan juntos y hay mucho compañerismo. Eso me sorprendió mucho”, asegura.

Durante estos seis meses también ha podido conocer distintas zonas de la provincia y del resto de Galicia: “Fui a Lugo, que me encantó, y con mis compañeras residentes paseamos mucho por Ourense para conocer. La gente es muy hospitalaria, tanto los compañeros como los pacientes, me voy muy contenta”.

El próximo jueves se marcha de vuelta a Mozambique, con pena por terminar su experiencia en el CHUO, pero también con ganas de encontrarse con su familia. “Tengo tres hijos, y tengo muchas ganas de verlos”, explica.

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