La unidad de dolor del CHUO recibe cada semana a 10 nuevos pacientes oncológicos

Setenta expertos en dolor oncológico de toda España se reunieron este fin de semana en la ciudad para intercambiar experiencias sobre el abordaje y tratamiento de los pacientes. Los asistentes, especialistas en anestesiólogía, oncólogía, psicólogía o rehabilitación, forman parte del grupo de trabajo de la Sociedad Española del Dolor, organizadora del evento. “En la jornada se habló de técnicas avanzadas y muy importantes para mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer”, explica Luz Cánovas, jefa de la unidad del dolor del CHUO y coordinadora del grupo.

La cita, que cambió por primera vez su ubicación y salió de Madrid, permitió poner sobre la mesa las necesidades de los pacientes con dolor oncológico. “Tienen derecho a tratamientos personalizados, elaborados por un equipo multidisciplinar que evalúe conjuntamente a la persona”, señala Cánovas. En esa línea, la unidad del CHUO cuenta con una conexión “muy buena” con los oncólogos, así como con los psicólogos clínicos. “Aquí atendemos al paciente con dolor oncológico en menos de 24 horas desde que se le identifica”, apunta.

Los especialistas analizaron los resultados de un reciente estudio científico centrado en el tratamiento del dolor refractario. “Se trata de un fármaco que se utiliza cuando no hay nada que calme el dolor del paciente. Este estudio nos permite trabajar con mayor seguridad, hablamos de las dosis recomendadas, de los efectos secundarios, de cómo paliarlos, del coste económico... Es una publicación que nos puede ayudar mucho en nuestro trabajo”, señala la facultativa.

Aunque las jornadas -que arrancaron el viernes y finalizaron ayer a mediodía- contaron con ponentes de diversos hospitales de España, los profesionales ourensanos tuvieron un papel especial. No en vano, la unidad del dolor del CHUO, creada hace cuatro décadas, fue la primera en Galicia y la segunda en el conjunto del país. “Estuvieron presentes compañeros de casi todas las comunidades autónomas, y la gente se ha marchado muy contenta”, asegura Cánovas.

Alta demanda

La demanda de la unidad de dolor del hospital ourensano no deja de crecer, sobre todo, entre pacientes mayores. “Por el tipo de población de la provincia, el dolor que más atendemos es el músculo-esquelético”, explica la médica. Pero la atención al dolor oncológico también es elevada. “Cada semana recibimos una media de 10 pacientes nuevos que están en tratamiento oncológico”, señala.

En un inicio, los sanitarios de la unidad atienden a este tipo de enfermos una o dos veces por semana, hasta que se consigue controlar el dolor. “Después, cuando el dispositivo está ya implantado, el paciente solo acude cuando hay que recargarlo, cada mes o dos meses”, detalla. La implantación de un dispositivo (como bombas o estimuladores) permite aumentar la calidad de vida de la persona. “También atendemos a pacientes que están en descanso de la quimioterapia o la radioterapia. Ellos quizás ya no tienen dolor por el cáncer activo, pero tienen secuelas del tratamiento o de la cirugía, y por eso están en la unidad”, comenta.

El largo bagaje de los profesionales del CHUO se traduce en una amplia cartera de servicios, así como en la colaboración de facultativos de diversas áreas (Psicología, Cirugía, Neumología...). “Aquí podemos ofrecer los mismos medios intervencionistas que hay en hospitales de grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia”, resalta Luz Cánovas.

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