Una plantilla de premio: “Mantener los 300 puestos de Irosa también salvó a Valdeorras”

El 28 de diciembre de 2023, los 300 trabajadores de la pizarrera Irosa-Samaca de Barco de Valdeorras se enfrentaban al desahucio de la empresa, al romperse el preacuerdo entre los comuneros, propietarios del terreno en el que se ubica esta firma, y la patronal de esta firma valdeorresa.

Una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galiza acababa de avalar el recurso de la Comunidad de Montes Vecinales en Mano Común de Portela y O Trigal contra la declaración de utilidad pública e interés social por parte de la Xunta, en favor del grupo pizarrero, y esos 300 puestos y otros 500 más indirectos amenazaban con dejar a otras tantas familias en la cuneta.

Pero la lucha y movilizaciones de meses de la plantilla de trabajadores, una lucha sin precedentes, no se vino abajo, y pese a las sentencia que dictaba desahucio de los terrenos consiguieron forzar un preacuerdo entre la comunidad de montes propietaria del suelo y las empresas pizarreras, que consiguió evitar el cierre y salvar la pizarrera y los puestos de trabajo.

Ayer, este comité de empresa de Irosa-Samaca recibía el Premio Etelvino Blanco al compromiso Cívico Sindical, que otorga la CIG, porque con su determinación y esfuerzo consiguieron “salvar esos 300 puestos de trabajo, y salvar también en buena parte a la comarca de Valdeorras”, que evitó sumar 300 nuevos parados, subrayan en la comarca.

El acto de entrega del premio, que rememora, a título póstumo, el impagable legado del que fuera líder de la CIG Etelvino Blanco, corrió a cargo de su hija, Noela Blanco. El premio se entrega cada 14 de febrero, por que es la fecha de la gran huelga general de Galicia 1984 otra la reconversión naval, de la que se cumplen ahora 40 años, y que fue la primera gran huelga general de Ourense.

De hecho ayer se proyecto un vídeo que recoge las multitudinarias manifestaciones en toda Galicia, también en Ourense.

Desde Valdeorras a Ourense, se desplazaron ayer solo los representantes del comité, “porque Valdeorras está muy lejos y además la gente tiene que trabajar”, explicaba Ramón Porto, presidente del comité de empresa de Irosa-Samaca durante la recepción del premio.

En su discurso, señalo q como conclusión que “nosotros somos un sindicato, pero es la unión la que consiguió todo 300 personas de forma directa y unas 800 en total incluidos los empleos indirectos sigan ahí” indicó. De hecho hace suya también la máxima de la CIG de que “salvando esos puestos se salva la comarca” indican. “Seguimos y seguiremos en la lucha, siempre unidos por las, injusticias laborales de todos los trabajadores y trabajadoras que nos necesiten”.

La Ejecutiva comarcal de la CIG, de Ourense, de la que se secretario Anxo Pérez Carballo, destacó también a los trabajadores de Irosa y Samaca “por su honrosa defensa de su empleo y de su pan, antes un desahucio inminente,” señalaron, e “preservando además la única empresa relevante de capital íntegramente gallego y valdeorrés, no adquirido por fondo capital extranjero”.

Por su parte Paco Moral, secretario de CIG en Valdeorras, destacó la importancia de la lucha de los trabajares “porque se demostró que el sindicalismo es necesario, pero sin la fuerza y la unión de los trabajadores, no somos nadie”. Elogió esa lucha dirigida también por CIG para forzar el acuerdo entre comuneros y empresa. “Recibir un premio con el nombre de Etelvino Blanco es también un orgullo, pues su trabajo como sindicalista un referente para todos”.

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