Ourense enciende el horno de nuevo y se convierte en epicentro de la ola de calor

Ourense, el epicentro del calor en Galicia, sufre con intensidad el segundo episodio de altas temperaturas de agosto. El pasado día 8, la ciudad soportó 42,5 grados, el valor más elevado en la capital en medio siglo a estas alturas del año. Las previsiones dejan abierta la posibilidad de que se repita un registro similar, e incluso de que se supere.

En la cuenca ourensana del Miño y en la comarca de Valdeorras están activadas las alertas naranja y roja para este martes y miércoles, porque los termómetros superarán los 39 grados. La Xunta ha situado el nivel máximo en Valdeorras.

La serie de temperaturas extremas durará por lo menos cuatro días. El jueves todavía se prevé una máxima de 38 grados en la ciudad de Ourense. El viernes y sábado se aguarda una caída notable de las temperaturas que, en principio, terminará con este episodio de calor, el segundo de este mes de agosto.

Ayer, con alerta amarilla en buena parte de la provincia, las temperaturas más elevadas de Galicia se registraron en Vilamartín de Valdeorras –38,9 grados–, Verín –38 grados–, Ribas de Sil (Lugo) y Rubiá –37,9 grados–, así como en la capital de As Burgas (37,5 grados), según los datos de Meteogalicia.

La cuarta ola de calor del verano ‘fríe’ hoy Vigo: 35º

En la ciudad habrá 40 hoy y el miércoles pueden alcanzarse los 41. Además, las mínimas superarán los 20 grados en ambas jornadas. “A situación meteorolóxica vai quedar caracterizada en Galicia ata a xornada do xoves pola chegada dunha masa de aire cálida que deixará temperaturas moi elevadas”, advierte la Xunta.

La Dirección Xeral de Emerxencias e Interior informó de la alerta por calor extremo a los concellos y diputaciones de las zonas afectadas, así como a Protección Civil. En jornadas tan sofocantes, las recomendaciones son evitar en la medida de lo posible la exposición al sol, sobre todo en las horas centrales del día –el deporte al aire libre en las franjas más calurosas está desaconsejado–, así como hidratarse sin esperar a tener sed, sobre todo con agua y zumos de frutas ligeramente fríos, evitando el alcohol y bebidas calientes como té o café. Es recomendable aprovechar los espacios climatizados, vestir con ropa floja y clara y ducharse o bañarse en agua tibia.

Los niños –sobre todo los de corta edad–, los mayores, las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como las mujeres embarazadas y los trabajadores al aire libre, son los colectivos más vulnerables en estas jornadas con las temperaturas elevadas.

Riesgos para la salud del calor extremo

La Consellería de Sanidade advierte de que “a exposición a temperaturas excesivas pode provocar problemas de saúde como mareo, cansazo, debilidade, fatiga e cambras musculares, síncope, deshidratación, insolación e golpe de calor. A maioría das enfermidades asociadas á calor son consecuencia máis ou menos grave dun fallo no sistema de termorregulación”.

La Xunta explica que “unha temperatura moi elevada produce perda de líquidos e de electrólitos que son necesarios para o funcionamento normal dos distintos órganos. Ademais, os mecanismos de termorregulación poden verse descompensados nalgunhas persoas con determinadas enfermidades crónicas, sometidas a certos tratamentos médicos e con discapacidades que limitan a súa autonomía”.