La despedida de los educadores sociales que nunca se olvidarán de la pandemia

La promoción 2019-2023 celebró el final de su etapa universitaria con un emotivo acto de graduación | “Es un grupo muy responsable y comprometido” aseguran los docentes

Graduación de la promoción 2019-2023 del grado universitario de Educación Social del Campus de Ourense. |   // FERNANDO. CASANOVA

Graduación de la promoción 2019-2023 del grado universitario de Educación Social del Campus de Ourense. | // FERNANDO. CASANOVA / aixa r. carballo

Una nueva promoción de educadores sociales se viste de gala para despedirse de una de las etapas más bonitas de la vida: la universitaria. Sin embargo, este grupo de 70 alumnos, que ayer celebró su graduación, se va con un sabor agridulce, pues no pudieron disfrutar de sus cuatro años de estudios con normalidad. “Cuando estaban superando la mitad del primer curso y le estaban tomando el pulso a la universidad llegó la pandemia y cambió su rumbo”, destaca Xosé Manuel Cid, decano de la Facultad de Educación y Trabajo Social.

A pesar de las dificultades, la incertidumbre y el estrés la mayoría han superado con éxito sus estudios y, en cuanto presenten su trabajo final de grado, podrán abrir la puerta que les conducirá a una nueva etapa. Algunos apostarán por sumergirse ya en el mundo laboral y otros continuarán ampliando su formación. Sea cual sea la opción, Xosé Manuel está seguro de que triunfarán: “El covid fue muy difícil para ellos, pero ahora salen a la sociedad con una mochila cargada de aprendizaje y sabiendo lo importante que es la solidaridad, un valor fundamental en su profesión”.

También sus padrinos de promoción tienen la certeza de que estos estudiantes van a destacar profesionalmente. “Es un grupo muy implicado e involucrado tanto en la práctica profesional como en la académica. Estoy muy orgulloso de su evolución porque a pesar de las restricciones, lograron superar todos los desafíos“, destaca su padrino y profesor, Deibe Fernández Simo. A los que añade la madrina y profesora, Yolanda Rodríguez: “Son comprometidos, colaborativos, creativos y reivindicativos. Los conocí a través de una pantalla y pensé que sería muy difícil que sacar todo el trabajo adelante, pero lo hicieron”. Ambos se muestran también más que orgullos de ser los elegidos para apadrinar una promoción que ellos mismos tampoco podrán olvidar, pues tuvieron que esforzarse para mantener la formación de sus alumnos a través de las nuevas tecnologías y el trabajo en remoto.

Por suerte, este último curso pudieron realizar sus prácticas de forma presencial. Algo que Xosé Manuel asegura que es fundamental para poder ejercer de la mejor forma posible su labor: “En nuestro trabajo el trato personal es insustituible por las máquinas. No discuto que pueden ayudar y permiten la conexión con personas que están lejos y necesitan de nosotros, pero los colectivos con los que normalmente hacen sus prácticas necesitan un abrazo o una risa mucho más que una conversación telefónica”.

La evolución de esta carrera

Aprovechando un acto como el de ayer, el decano hace un balance muy positivo sobre la evolución de esta carrera universitaria que empezó a impartirse en Ourense hace 30 años. “Tenemos muchas personas que continúan en la facultad haciendo máster o doctorado, cuando antes nadie se quedaba. En los últimos 10 años hay depositadas en esta facultad más de 30 tesis, mientras que en los 20 años anteriores no se llegaron a leer 10. Esto es un indicador muy positivo para nosotros porque quiere decir que lo estamos haciendo bien”. Además reconoce, con orgullo, que la mayor parte de los alumnos que empiezan sus estudios los finalizan: “En primero ofrecemos 75 plazas y ayer se graduaron 70 alumnos, lo que nos tiene muy contentos como facultad”. Y al igual que menciona los aspectos positivos, también desvela una de las cosas que todavía falta por conseguir: “Los educadores sociales tenemos un desafío de salto cualitativo muy importante, que la sociedad nos vea como profesionales y no como voluntarios. Nosotros podemos garantizar los derechos de muchos colectivos, pero para ello también se requieren políticas públicas arriesgadas y avanzadas”.

Suscríbete para seguir leyendo