La inflación en Ourense está en “efecto escalón favorable” y cae un 5,6% interanual

Parece que la economía da una sensación de respiro al bolsillo de los ourensanos, pero no tan agudo como se esperaba. El Índice de Precios al Consumo (IPC) del pasado mes de abril se sitúa en el 4,1% en su índice general, lejos del 9,7% que se registraba en el mismo mes del año pasado.

Una bajada significativa a niveles generales y también en algunos grupos de estudio, sin embargo el precio de los alimentos sigue en niveles altos.

La decana del Colegio de Economistas de Ourense, Carmen Sampayo, señala que “la tasa interanual del IPC disminuye en Ourense por la bajada de los precios de la energía y de los grupos en los que los precios de los combustibles interviene”.

Y añade que “hay que recordar que los precios de abril de 2022, se recogían los efectos directos de la guerra de Ucrania en otros combustibles, gas, electricidad… Es decir, continuamos como lo que se conoce como efecto escalón favorable”.

Los alimentos y las bebidas alcohólicas se sitúan en el 13,2%, un 2% superior al mes de abril del 2022, pero un 4% menor al índice de los primeros meses de este año. Otro de los grupos que aumenta son las bebidas alcohólicas y el tabaco que pasa del 4,4% del pasado año, al 7,5% de este año. Sobre este escenario de la alimentación dice que “los precios de los alimentos continúan incrementándose aunque de manera más moderada que con respecto a meses anteriores. Seguimos preocupados por la inflación subyacente y sus efectos en los colectivos más vulnerables”.

Los gastos en bienes de casa como muebles u otros para el mantenimiento del hogar aumentan un 0,3% en términos interanuales y también lo hace los gastos en sanidad que pasan del 1,6% al 2,7%.

El transporte, impulsado por la bonificación tanto ferroviaria, por carretera o la bajada de los combustibles, baja exponencialmente de los 12,5% al 0,9%.

Sampayo comenta que “llama la atención el incremento del IPC vinculado a los servicios de hostelería, como los hoteles, los cafés y los restaurantes, así como el ocio y la cultura. Este aumento de precios se debe fundamentalmente a la incidencia de la Semana Santa”.

Durante muchos meses del 2022, el índice de precios al consumo ourensano era el más elevado de Galicia. Ahora mismo se sitúa en el segundo escalón de los más caros, solamente por detrás de A Coruña que tiene un 4,2%. Sin embargo, los de Pontevedra y Lugo se colocan en el 4%, en la variación interanual.