El sector turístico reclama más agenda para Ourense tras llenar en Semana Santa

La federación provincial echa de menos alternativas de movilidad para aprovechar el tirón del turismo itinerante | El cierre parcial de las termas, la asignatura pendiente

Un grupo de visitantes en el entorno de As Burgas. |   IÑAKI OSORIO

Un grupo de visitantes en el entorno de As Burgas. | IÑAKI OSORIO / S. DE LA FUENTE

Establecimientos hoteleros llenos, carteles de completo en restaurantes y atasco en los accesos a las pozas termales activas en la ribera del Miño. La Semana Santa se cierra con cifras en el sector turístico que dejan completamente atrás la pandemia del coronavirus.

Son las luces de un período vacacional exitoso para las empresas vinculadas a esta actividad, en el que también hay sombras: una insuficiente agenda de ocio activo y programación cultural atractiva para los visitantes, la disponibilidad a medio gas del termalismo y la ausencia de movilidad que facilite los desplazamientos a otros puntos de interés turístico en la provincia y escasez de infraestructuras para disfrutar del gran reclamo en que se ha convertido la Ribeira Sacra.

“Hay gente que se va con cierta decepción, tenemos una gastronomía de altura, hostelería a niveles que no tienen nada que envidiar y también el AVE, pero nos falta algo para llegar, el complemento para alargar las estancias y aprovechar el turismo itinerante”, señala Ovidio Fernández Ojea, presidente de la Federación Provincial de Turismo. La ocupación, dice, ha sido muy buena –con una media del 80% “o incluso unas décimas por encima”, afirma–, y hay una gran satisfacción en el sector, pero podría ser mejor con opciones de movilidad y circuitos atractivos para el turismo, añade.

Bañistas en la Burga de Canedo. |   // IÑAKI OSORIO

Bañistas en la Burga de Canedo. | IÑAKI OSORIO / S. DE LA FUENTE

También desde la Unión de Hosteleros de Ourense, UHO, echan en falta una mayor agenda cultural y de ocio activo en Ourense que ofrezca alternativas y planes al turismo de escapada, que es el que protagoniza las estancias del destino ourensano, con una media que apenas supera las dos noches en temporada alta, según recoge la Encuesta de Coyuntura Hotelera que realiza periódicamente el Instituto Nacional de Estadística.

Una "ola ascendente"

El presidente de la citada asociación hostelera, Javier Outumuro, habla de una “ola ascendente” en el turismo que “hay que aprovechar”, pero advierte de ciertas lagunas que, a su juicio, habría que mejorar: “La hostelería está respondiendo, la gente se siente como en casa y se marcha muy contenta porque ha visto un sector comprometido con la amabilidad y la atención al cliente. En esta Semana Santa tuvimos mucha gente de fuera, pero hemos visto problemas de señalización que hacen complicado llegar a los sitios, parte de las termas cerradas y largas colas de espera, esto es un inconveniente y hay que verlo, son cuestiones que tienen que ver con las infraestructuras”, señala.

Outumuro destaca que la afluencia de clientes fue muy buena toda la Semana Santa, con una importante presencia de visitantes de fuera desde el jueves festivo. “Estamos ya en niveles prepandemia y creo que en Ourense hubo un punto de inflexión con La Vuelta ciclista a España que arrancó desde la ciudad de Ourense en 2016. Nos puso en el mapa nacional”, señala. Afirma que desde entonces “han cambiado las tendencias” y Ourense se ha convertido en un destino creciente. “Antes esto era un desierto en Semana Santa y en verano, y ahora vemos que cada día hay más turismo nacional”, apunta. Como ejemplo, este empresario explica que hace años cerraba su restaurante estos días para coger vacaciones y ahora es al revés: “Cerramos justo después de los festivos”.

Desde la federación provincial, Fernández Ojea, apuesta por ofrecer al turista una mejor movilidad, propuestas “que ya vengan integradas con los billetes para empezar a funcionar; algo hay, pero el desarrollo no es suficiente. Tenemos el futuro asegurado, pero hay que armar bien la provincia”, señala.

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