Los bomberos forestales empiezan a entrenarse en Toén para combatir fuegos más virulentos

El centro integral de lucha contra incendios comenzó a recibir ayer a profesionales de la extinción que se formarán, física y teóricamente, en las dos pistas más completas y específicas de España para el gremio

Los agentes medioambientales recibieron instrucción de vehículos en la nueva pista. // IÑAKI OSORIO

Los agentes medioambientales recibieron instrucción de vehículos en la nueva pista. // IÑAKI OSORIO / Edith Filgueira

Edith Filgueira

Ourense cuenta con las dos únicas pistas nacionales de entrenamiento específicas para profesionales –agentes medioambientales y brigadistas– de la extinción de incendios desde ayer. Están ubicadas en el municipio de Toén, dentro del centro integral de lucha contra el fuego y suponen un antes y un después a nivel estatal por tratarse de las únicas de sus características en toda España.

Por un lado, los bomberos forestales cuentan con una pista para realizar prácticas y maniobras tanto con vehículos todoterreno como con motobombas. La orografía del lugar permite establecer más de diez zonas bien diferenciadas en las que se pueden realizar hasta 32 ejercicios diferentes. En algunas partes se han colocado obstáculos específicos similares a los que se pueden encontrar los profesionales del gremio en los montes gallegos.

La longitud total de este espacio es de 1.421 metros y cuenta con un área de lavado de vehículos e iluminación para practicar con poca luz. Se trata, además, del primero en todo el Estado para todoterrenos y motobombas pesadas y ligeras.

Por otro lado, pueden perfeccionar también sus condiciones físicas en circuitos distribuidos a distintos niveles de altitud y con grados de pendiente diferente en la segunda pista inaugurada ayer. Los ejercicios se realizan con todos los equipos de trabajo –de gran peso– que habitualmente emplean en su trabajo –las extensas y resistentes mangueras pueden oscilar entre los 5 y los 12 kilos, en función de si están vacías o contienen agua–.

Jorge García, bombero forestal y jefe de brigada, señaló que este centro supone un punto de inflexión no solo para los agentes medioambientales y brigadistas de Galicia, sino de toda España. “La última campaña quedó confirmada una tendencia de cambio. Pasamos de incendios forestales tradicionales a otros totalmente extremos. De ahí la necesidad de formar a los operativos que los combaten de la mejor forma posible”, puntualizó delante de las ruinas del antiguo hospital psiquiátrico que se está reconvirtiendo.

Algunos profesionales, en el entrenamiento físico.   | // IÑAKI OSORIO

Las motobombas tienen un sistema de protección de agua. // IÑAKI OSORIO / Edith Filgueira

En el futuro, el centro integral de lucha contra fuego de Toén será un lugar de referencia para la cooperación y la investigación continua en materia de incendios forestales. “No se habla mucho de la investigación, pero es clave para nosotros. Y gracias a ella pronto dispondremos de la primera lanza capaz de extinguir llamas a la vez que una cortina de agua protege a los bomberos. También ha servido para incorporar en las motobombas un sistema doble de autoprotección que permite a los operativos alejar el humo y la radiación de las llamas en un perímetro de 360 grados”, explicó García ante políticos y vecinos del municipio que ayer se congregaron en el encuentro.

El siguiente espacio en ser rehabilitado –donde ya se acometen obras– será el antiguo edificio de lavandería de lo que era el hospital para convertirlo en un centro administrativo y de formación de brigadas. En este sentido, cabe destacar que aunará en un mismo punto la instrucción y el intercambio de experiencias con otros dispositivos de prevención, extinción y labores de recuperación posteriores a las llamas.

En el gasto presupuestado también se incluye la creación de un aula medioambiental para formar estudiantes de toda Galicia y concienciar a la sociedad sobre el riesgo al que se exponen los profesionales contra incendios como defensores del monte y el medio ambiente, en particular, y de la vida, en general.

Las motobombas tienen un sistema de protección de agua.   | // I. OSORIO

Algunos profesionales, en el entrenamiento físico. // IÑAKI OSORIO / Edith Filgueira

De proyecto a realidad

Al acto asistieron el director xeral de Defensa do Monte, Manuel Rodríguez; el delegado territorial de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén; el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices; el conselleiro de Medio Rural, José González y el presidente de la Deputación, Manuel Baltar.

También estuvo presente Ricardo González, alcalde de Toén, que inició el encuentro institucional afirmando que se trataba de un día histórico para el municipio porque el centro integral de lucha contra el fuego pasaba de ser un “proyecto” a convertirse en una “realidad”.

Santalices, que trabajó como director del antiguo hospital hace 40 años, se mostró agradecido por conseguir reconvertir el lugar en otro espacio útil para la sociedad. Y reconoció la dura labor de los profesionales de la extinción de incendios que no solo trabajan en verano cuando las llamas acechan, sino que se preparan físicamente durante todo el año para aguantar “condiciones extremas”.

13 motobombas y formación especializada

También se llevó a cabo la entrega de 13 nuevas motobombas al servicio de prevención y extinción de incendios forestales, que supusieron una inversión de casi 3,3 millones de euros mediante el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia –financiado por la Unión Europea– NextGenerationEU.

Se trata de vehículos con capacidad para dos personas y 3.500 litros de agua, además de poseer un sistema de protección perimétrica con dos circuitos independientes. Esta entrega se complementará con la realización de 13 cursos teórico-prácticos impartidos en los distritos forestales a los que se asignan las motobombas.