Archivo catedralicio, la historia de Ourense escrita a mano y en pergamino

“Tenemos el archivo catedralicio más rico de España en temas medievalistas y estamos trabajando en un proyecto de urgencia desde el Cabildo, para limpiar e impermeabilizarlo, de modo que no se repitan las graves entradas de agua de hace unos meses, mientras esperamos ya por esa rehabilitación archivo catedralicio de mayor calado, que hará la Xunta de Galicia” , explica Luis Manuel Cuña, canónigo archivero-bibliotecario de la catedral de Ourense.

Cuña Ramos, que es además representante de la Diócesis en los órganos de la comisión y subcomisión mixta de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia y un experto historiador, se refiere a a las intensas lluvias que afectaron a principios de año a la Catedral de Ourense, poniendo en riesgo no solo su altar mayor o el Pórtico del Paraíso, sino el valioso legado de su archivo diocesano, que alberga documentos “únicos”, indica.

Entre esos tesoros ocultos para los ciudadanos, a los que solo han tenido acceso contados investigadores para trabajos muy especializados y que ahora fotografía FARO, hay pergaminos únicos como “la copia en pergamino del primer texto constitucional del mundo”, la Decreta de la Curia Regia de León del año 1188, apunta Luis Manuel Cuña, es decir el primer texto constitucional conocido que es el de las la Cortes de León del siglo XII.

“El valor documental es enorme, porque se hacían a mano, no había imprenta”, recuerda el canónigo y bibliotecario del archivo, y es, como ha avalado la Unesco en 2013, la Constitución más antigua del mundo, anterior incluso a la británica, y la del archivo de Ourense la primera y más completa.

“Tenemos decenas de documentos muy valiosos y únicos, como el como el son el Misal Auriense, manuscritos, cientos de pergaminos monacales. No se vieron afectados afortunadamente porque aquellas entradas de agua que anegaron el archivo, afectaron solo a libros que tenían menos relación con la Catedral y se han enviado a otras bibliotecas”, explica.

Este archivo es restringido, “no es como una biblioteca al uso, sino que las personas que acuden, cada vez menos pues son para trabajos muy concretos y especializados, son en la mayoría para consultar textos medievales originales, y debe tener estudios previos de paleografía y otras disciplinas para ser capaces de interpretarlos. Es por ello que viene gente muy especializada, y para temas muy concretos”, advierte Cuña.

En este valioso archivo que hubo que levantar hace unos meses, colocando además deshumificadores para evitar los daños de las fuertes vías de agua que se filtraron desde una terraza, late no solo la vida de una diócesis, sino la de una provincia.

Así, otra de las decenas de curiosidades “son miles de pergaminos, desde el siglo X, que proceden de los monasterios de Oseira, Melón, Montederramo y otros que, la gran ventaja, fue que mientras estos pergaminos en otros lugares se fueron directos al Archivo Histórico de Madrid, en este caso se quedaron en el de Ourense y luego tras un incendio, pasaron al archivo de la Catedral y cuentan el día a día de los censos y la gestión de aquellos monasterios, e incluso su economía, y las fincas o bienes que tenían arrendados y lo que percibían por ellos”, explica Cuña.

El Misal Auriense, otra pieza única en pergamino que cumple este año los seis siglos de vida

El Misal Auriense se remató de elaborar en 1423, tras años y años, seguramente, de delicado trabajo de escrituras e ilustraciones a mano. Es otro de esos documentos que se preservan en el archivo de la Catedral de Ourense, y que cumple este mismo año los seis siglos. “Es un manuscrito a doble columna y en pergamino, y recoge los textos propios de la diócesis de Ourense. Normalmente se copiaba el texto y se dejaba luego un hueco para que el miniador realizara sus dibujos, o la gran letra inicial del texto. Hacer estos libros llevaba años”, indica Luis Manuel Cuña, mientras enseña por ejemplo uno de esos dibujos a mano, que muestran a un sacerdote dando la misa de espaldas, durante el Corpus Cristi, las fiestas mayores de la ciudad. Es otro de los legados perfectamente conservados “porque al ser pergamino, normalmente la espalda del animal, la conservación es más fácil”, dice. De hecho se adapta mejor que el papel a condiciones como la propia humedad, por tanto es más fácil de preservar. No obstante en este tipo de archivos, la temperatura debe ser estable: lo ideal son los 18 grados, con un 50% de humedad. Cada detalle de este misal es único. “Hay escenas como la que reproduce la Ascensión, en la que aparecen hasta las llagas de la cruz en los pies de Jesucristo, mientras asciende en las nubes”, detalla el experto. Este archivo, la historia viva y desconocida de la ciudad, reclama ya un profundo proyecto de rehabilitación del edificio, que esté a la altura de los tesoros que alberga.

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