Comprar casa se complica: el 28% de las familias de la ciudad vive en pisos de alquiler

Ourense se parece más al resto de Europa en un aspecto: es más común vivir en pisos de alquiler que tener vivienda en propiedad. Un afán tan común de la Galicia interior es ya casi un lujo, al alcance de pocos, lo que ha derivado en que el 28% de las familias que viven en la ciudad –cifra récord– residan en pisos de alquiler.

En esta situación se encuentran cerca de 10.000 núcleos familiares que vive en casas o pisos rentados en la ciudad, que no son de propiedad, y precios cada vez más caros, con un incremento mínimo del 6,5 por ciento de los alquileres, y topes de hasta 1.000 euros mensuales, pues la bolsa de pisos para alquilar ha caído en picado.

Se da así la curiosa circunstancia de que, en Ourense, la provincia de España con mayor porcentaje de viviendas vacías –un 24% del total, lo que equivale a más de 60.000 viviendas sin ocupar– crece la demanda de pisos de alquiler, y no hay apenas oferta.

Varias razones concurren en este cambio, que no ha sido tanto de mentalidad o relevo generacional, si no contexto económico y social, como explica el presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias.

La primera causa tiene que ver, explica el inmobiliario, con las subida de los tipos de interés, y también con las leoninas condiciones de los bancos para conceder un préstamo hipotecario. Pero, además, “en Ourense hay un mayor porcentaje de personas de otras nacionalidades, o gente que está de paso, población flotante de otros concellos, que no puede o no quiere adquirir vivienda en la ciudad”, apunta Benito Iglesias, porque se trata de población flotante, con trabajos a veces eventuales, con pocos ingresos, o de otros lugares de origen.

Lo cierto es que, de acuerdo al informe de Fegein, el perfil social y demográfico de Ourense ha cambiado, con una mayor proporción de gente foránea y de paso, pero también cambiaron los precios.

Alquileres por las nubes

Según el informe de los inmobiliarios, “el precio medio es de 6,5 € euros metro cuadrado y con un incremento de precios en la comparativa interanual de un 8%”. Añaden que “el 10% de las viviendas en el circuito de comercialización en arrendamiento superan los 1.000 euros”, un precio parejo a los sueldos de muchos mileuristas.

Además “el 14% de las viviendas ofertadas en alquiler no están en un estado óptimo, o su mobiliario es deficiente. Los problemas de humedades o aislamientos térmicos y acústicos se dan en un 16% de los casos”, abunda Fegein.

El caso de Ourense no difiere demasiado del resto de Galicia, y son las ciudades las que copan las familias que viven en casas alquiladas. De este modo, según el presente informe, en la ciudad A Coruña el 30% de las familias residen en viviendas de alquiler. En la ciudad de Pontevedra, un 21,5% ; en Vigo ,el 26%; en Ourense, un 27,8; un 18% en Ferrol y en Lugo un 20,2% . En Santiago los alquileres representan un total del 28,2%, por razones obvias derivadas de la numerosa población flotante de la capital gallega.

Para Benito Iglesias, la situación es “preocupante en general” en Galicia, “con poca oferta de viviendas de alquiler y con un rango de precios no asumibles ya para todos”, pues “los tipos de interés se moverán hacia el 4%, lo que expulsará del mercado al 15% de las familias gallegas que el año anterior sí podían acceder a una hipoteca y ahora ya no pueden” .

Todo ello con familias que verán mermados ingresos y gastos, afirma, por lo que 2023 va ser un ejercicio “complejo y difícil en materia de vivienda en arrendamiento, con mucha incertidumbre, y con previsiones preocupantes para las unidades familiares de rentas medias bajas y bajas”, indica.

Benito Iglesias: "Muchos pisos se destinan a vivienda vacacional"

El presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias, reconoce que “jamás hubo menos oferta de vivienda en alquiler, como jamás también en la serie histórica se han alcanzado precios más altos que los actuales”. Las causas son muy diversas, pero una de las que llama la atención es “la derivación de viviendas de alquiler tradicional hacia el alquiler de viviendas vacacionales, por rentabilidad y seguridad”. Es cierto también que en esa derivación al mercado vacacional tiene que ver “el temor”, según el empresario, de muchos propietarios ante una legislación que complica echar al inquilino moroso. Para Benito Iglesias, “si la inestabilidad económica se prolonga en el tiempo podría acabar erosionando notoriamente el ahorro acumulado de los hogares gallegos, lo que puede dificultar la accesibilidad a la vivienda a corto plazo”. Por ello, reclama para Galicia sin más dilación la construcción de más de 20.000 viviendas de protección oficial “como plan de choque”.

Suscríbete para seguir leyendo